La mayoría de los fabricantes de smartphones cuentan con una política de actulización la cual consiste en dejar de renovar la versión de Android cuando el teléfono cumple dos años de antigüedad. El Google Nexus S fue lanzado en 2010, pero un hardware “obsoleto” no parece ser impedimiento para correr la versión más reciente del sistema operativo.
Esto es gracias al desarrollador independiente, Dmitry Grinberg, quien recuerda en su sitio web que Android 4.1.2 Jelly Bean fue la última actualización en llegar al Nexus S en octubre de 2012. Lanzar una versión funcional de Android 6.0 Marshmallow fue todo un reto, pero demostró que un sistema operativo actual puede ser soportado por teléfonos ‘antiguos’, según indica 9to5Google.
No se pierde nada con instalar esta versión de Android en un teléfono que Google supone no apto para recibir actualizaciones a nuevas versiones del sistema operativo por sus 5 años de antigüedad.
