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Cinco razones para no perderte The Martian

The Martian bien podría considerarse como el fan-fiction nerd más grande jamás escrito. Aquí te decimos por qué se convertirá en un clásico.

SPOILERS MÍNIMOS: el siguiente texto contiene un breve análisis y algunas opiniones sobre The Martian, la cantidad de spoilers es baja, pero se recomienda discreción en caso de no haber visto la cinta o de no querer fastidiarse la posibilidad de experimentarla sin conocer absolutamente nada sobre la trama y su contexto.

Por fin hemos visto The Martian, la adaptación de la popular novela de Andy Weir, que viene precedida por una buena dosis de expectativa, tras sus interesantes avances y los comentarios positivos de la crítica y la comunidad científica tras su presentación en diversos festivales.

La realidad es que todos los rumores son ciertos: The Martian es una de las más grandes películas de ciencia ficción de las últimas décadas, no en vano arrasó la taquilla en su estreno. Sus aciertos son tantos y tales que la convertirán en un clásico instantáneo, sin embargo es complicado abordar a profundidad sus virtudes sin revelar demasiados detalles de su trama. Una parte medular de la experiencia de vivir esta cinta consiste en adentrarse a su mundo, conociendo un mínimo sobre su historia o habiendo leído la novela original en la que se basa, pero nada más revelador que eso.

Es por ello que hemos preparado una lista de cinco factores por los que consideramos que The Martian es la película de ciencia ficción que no se deben de perder este año. Sin revelar demasiados spoilers (habrá una advertencia, cuando abordemos alguno), y planteando estos puntos que pueden funcionar para aquellos que aún no están convencidos de ir a verla, o para comentar entre quienes ya la experimentamos.

Sin más preámbulo, aquí ellos:

The Martian hace bien todo lo que Interstellar no

(C) 20th Century Fox

Las comparaciones son inevitables y esta será una de las más obvias. El cine de Christopher Nolan tiene esta triste cualidad, donde todas sus películas vienen envueltas de un aura solemne, con encuadres saturados, bajo la intención de ser totalmente realistas; aunque sus guiones estén llenos de inconsistencias, licencias creativas, omisiones y agujeros. Interstellar no fue la excepción, y por desgracia este fue uno de los principales obstáculos que le impidieron convertirse en una cinta verdaderamente trascendente, ya que se extravía entre todas sus líneas argumentales.

En cambio, la dirección de Ridley Scott en The Martian parece casi una cátedra sobre cómo lograr construir un relato contenido, con un mínimo de escenarios y un ritmo fríamente calculado, encaminado a lograr una historia emotiva, redonda, sólida, consistente y fiel a su texto original, puliendo aquellos puntos débiles del texto y logrando matices aún más complejos.

La adaptación es fiel y muy astuta

(C) Crown Publishing Group

Uno de los aciertos más grandes de The Martian es que se trata de una obra coral, con lo que logran una cinta con un espectro más amplio en sus valores de producción. La adaptación de la novela original corrió a cargo de Drew Goddard (Cloverfield) un autor que ya ha demostrado su habilidad para jugar con las convenciones del género para lograr historias frescas, tal como lo hizo con The Cabin in the Woods y la serie de Daredevil para Netflix. Aquí Goddard logra respetar la esencia del texto de Weir, y lo enriquece aprovechando las posibilidades que ofrece el lenguaje audiovisual.

[SPOILERS] El diario escrito de nuestro protagonista, Mark Watney, ahora se ha convertido en una bitácora en video, que se ve apoyada por narraciones en off y la mano del director Ridley Scott, que integra tomas de las distintas cámaras de seguridad de la estación y una gran gama de lentes para enfatizar las momentos clave, incluso hasta secuencias con GoPro encontramos.

Se logra una narrativa más ágil al plantear paralelismos entre lo que vive Watney, la tripulación en la base espacial y los el equipo de la NASA en la Tierra. Los detalles técnicos no son tan profundos como en la novela, pero esto ayuda mucho al ritmo de la historia, que mantiene su tono de tensión constante.

Ciertamente el Watney de la película es mucho menos cómico que el de la novela, además de que pierde su posgrado en ingeniería para sólo quedarse con el de botánica, pero esto juega a favor del conjunto. [FIN DE LOS SPOILERS].

Es ciencia ficción que luce real

(C) 20th Century Fox

La novela de The Martian a estas alturas ya se ha convertido en un precedente para la ciencia ficción moderna, en razón del complicado y acertado balance que logra entre el planteamiento de su historia, la descripción documental detallada de sus escenarios y el conocimiento aplicado, así como la verosimilitud científica de las soluciones que plantea.

Desde el prólogo del propio libro se indica que se trata de una obra sci-fi ubicada en el futuro cercano, con fundamentos científicos factibles pero no estrictamente aplicables. Sin embargo, la ejecución de todas estas partes es tan estructurada y consistente que daría la impresión absoluta de que lo que vemos en pantalla (y leemos en la novela) es totalmente posible.

Estos son algunos elementos que convierten la obra de Weir en un texto de ciencia ficción, y que ya han sido abordados más de una vez por su autor:

[SPOILERS]

  1. Las tormentas de arena en Marte no son tan rudas como se narran en The Martian, gracias a la atmósfera del planeta.
  2. La composición del suelo de Marte vuelve virtualmente imposible plantar patatas en él.
  3. La temperatura en Marte es mucho más agresiva, puede llegar hasta los -144 °C.
  4. La gravedad en Marte es mucho más ligera, una persona de 100 kilogramos tendría la ligereza de una de 38.
  5. Los trajes de los astronautas están más basados en los diseños originales de Prometheus que en los originales para los proyectos de la Agencia Espacial.
  6. Las maniobras en la escena del Iron-Man serían técnicamente imposibles.
  7. El cameo del Pathfinder, curiosamente sí podría ser factible.

[FIN DE LOS SPOILERS]

Mark Watney sí nos importa

(C) 20th Century Fox

Tal vez el principal problema de Gravity, la película de Alfonso Cuarón que nos voló la cabeza hace un par de años, es que  el personaje de Ryan Stone, interpretado por Sandra Bullock, es una protagonista necesitada, cobarde, llena de miedos e inseguridades, que comete una serie sucesiva de errores críticos que mata a sus compañeros y la posicionan en una situación de supervivencia extrema. Es prácticamente imposible que el espectador empatice con ella, y su travesía por momentos se convierte en un hilo conductor de trámite para presenciar los valores de producción de esta impresionante cinta.

The Martian por otro lado tiene a Mark Watney, un protagonista mordaz, astuto, inteligente y determinado, [SPOILER] con momentos de flaqueza, duda e incertidumbre ante la muerte. Puesto en esta situación no deseable por factores ajenos a él, pero determinado completamente a salir adelante, aunque todos los elementos jueguen en su contra. [FIN DEL SPOILER]

Watney nunca tiene la camiseta de héroe, sólo es un tipo con humor que se enfrenta al problema más grande de su vida, que le exige hacer acopio de todos sus conocimientos, lo que lo termina convirtiendo en el máximo role model de cualquier amigo nerd.

The Martian se convertirá en un auténtico clásico

(C) 20th Century Fox

Ya lo dijimos al principio, The Martian está llamada a convertirse en una película de culto para el género. Tal vez queda en algún punto medio entre Apollo 132001: A Space Odyssey, superando las cintas sobre este mismo tema que hemos visto en años recientes. Su soundtrack es extraordinario,  las melodías y artistas aludidos en la novela extienden su presencia  con una selección musical que funciona para crear secuencias agridulces, de emoción, tensión y casi absurdo que robustecen el ritmo del filme.

The Martian bien podría considerarse como el fan-fiction nerd más grande jamás escrito, posee una historia sencilla, realista y con harto guiño geek; narrada bajo ninguna pretensión y sin falsa solemnidad, manteniéndose fiel a sus propias reglas. Validando a la ciencia ficción como un género que puede coquetear y confundirse con el realismo de rigor científico sin denigrar, ni torcer los fundamentos de su esencia original.

El respaldo de la NASA lo avala, aunque sus detractores la calificarán de ser poco solemne o hasta cómica. Es como una mezcla de Gravity, con Apollo 13, con Beakman’s World, con Cast Away y con MacGyver en el espacio. El tiempo le dará su justo lugar en la historia del cine, por lo pronto ya tiene reservado un lugar en nuestra videoteca.

¿Ustedes la amaron o la odiaron?

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