Investigadores de la Universidad de Baylor en Texas, Estados Unidos, han encontrado una relación directa entre el uso compulsivo de teléfonos inteligentes y los riesgos latentes de poner en peligro cualquier relación de pareja por causa de estos dispositivos tan demandantes y atractivos.
Existe este fenómeno denominado popularmente como Phubbing, consistente en el hábito constante de cualquier individuo en donde muestra claras inclinaciones por ignorar a las personas a su alrededor para enfocar todo su interés en un dispositivo móvil, principalmente un smartphone; el cuál fue el detonante de este estudio, publicado en la última edición de Computers in Human Behavior, publicada por la Universidad.
Dirigida por los doctores James A. Roberts y Meredith David, de la Escuela de Negocios de la Universidad Baylor, la investigación, reportada por India Today, consistió en dos encuestas distintas, aplicadas a un grupo de 308 y 145 personas por separado, en donde se indagó la presencia y trascendencia del Phubbing en sus relaciones diarias de pareja. Revelando datos interesantes (y obvios) según confirma Roberts:
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En razón de los datos obtenidos en la primera encuesta fue posible desarrollar una escala de nueve escenarios comunes, identificados unánimemente como comportamientos de distracción y rechazo que involucran el uso desde un smartphone, que va desde el inocente acto de dejar el dispositivo sobre la mesa de noche que está a un lado de la cama, hasta el uso activo de cualquier servicio de mensajería o redes sociales mientras se tiene a la pareja enfrente, con sus respectivas interrupciones.
La segunda encuesta fue todavía más a fondo, abordando la presencia de Phubbing en parejas con una relación romántica, utilizando la escala definida en la etapa anterior. Obteniendo como resultado final cerca de un 46,3% de casos de personas que identifican haber sido ignoradas por su pareja a causa del smartphone.
Incluso hubo quien llegó más lejos, con un 22,6% confirmando que su hábito le produjo algún conflicto serio de pareja. En otras palabras, nuestra adicción a nuestro smartphone puede dañar los sentimientos de nuestra pareja. A menos que ella tenga más o menos la misma dinámica con su dispositivo.