Muchas veces olvidamos que a pesar de todo lo que sabemos de astronomía, el universo aún sigue siendo un territorio inexplorado y del que últimamente sólo conocemos gracias a las imágenes provistas por las sondas y telescopios.
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Precisamente con el telescopio de NASA Splitzer, investigadores de la Universidad de Keele y la Universidad de Lancashire Central descubrieron accidentalmente una nueva galaxia y no sólo eso, en su interior encontraron un agujero negro el cual es mucho más grande de lo que debería ser, de acuerdo a lo que se cree saber de ellos.
La investigación, que será publicada en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society (MNRAS), explica el descubrimiento de la galaxia denominada SAGE0536AGN, descubierta al usar luz infrarroja. Esta galaxia tendría al menos 9 mil millones de edad y contiene un Núcleo Galáctico Activo (AGN), es decir, un objeto brillante resultado de un aumento de gas por un gran agujero negro en su centro.
Este gas es acelerado por el campo gravitacional del agujero negro causando que emita luz. Usando la luz como parámetro para la medición de la velocidad de movimiento de los gases, el equipo investigador pudo calcular la masa del agujero negro, equivalente a 350 millones más que la de nuestro Sol, y si bien otros cálculos indican que la galaxia descubierta sería de hasta 70 veces del tamaño del agujero negro, aún así se trata de un tamaño 30 veces más grande del esperado.
En galaxias ordinarias el agujero negro crecería a la misma velocidad que la galaxia, pero en SAGE0536AGN el agujero negro ha crecido mucho más rápido, o la galaxia detuvo su crecimiento prematuramente. Debido a que la galaxia fue encontrada por accidente, puede que hayan muchos más objetos como este esperando ser descubiertos”, cita el comunicado de la Royal Astronomical Society.
La comunidad científica aún está a la espera de poder confirmar si es que este fenómeno se trata de un evento singular y poco común, o bien se trata de un nuevo tipo de galaxia del cual no se tenía conocimiento. De todas formas, no es la primera vez que un agujero negro se comporta de una manera particularmente llamativa y ni siquiera es el primero en desafiar los conocimientos que se tienen sobre estos fenómenos, por lo que podremos estar seguros que tampoco será el último.