Espacio

¿Podría convertirse el espacio exterior en un campo de batalla?

Las principales potencias aeroespaciales: China, Estados Unidos y Rusia, han probado durante los últimos años nuevas tecnologías que podrían advertir un futuro conflicto en la órbita terrestre.

La órbita terrestre no es tan grande como uno podría pensar, cientos de satélites (hay más de 1.300 activos) pasan por sobre nuestras cabezas cada día. Esto, sumado a la enorme cantidad de basura que gira en torno la Tierra hacen del espacio un “territorio” escaso, que ya no sólo comparten los gobiernos y las agencias aeroespaciales, sino también diversas compañías tecnológicas y organizaciones científicas.

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Qué esperar de esta tendencia, lo más lógico es pensar en la distribución de la órbita. Quiénes serán los “dueños” y a costa de qué. Prácticamente los países que logren el control de la órbita serán los que dominarán las telecomunicaciones planetarias, puede sonar a ciencia a ficción, pero en los últimos años potencias como China, Estados Unidos y Rusia han estado desarrollando distintas armas militares-espaciales que hacen pensar en el desarrollo de una “guerra bajo las estrellas”.

Prueba de esto es el desarrollo de misiles antisatélites en 2008 por parte de la Marina de Estados Unidos. Sin embargo, Frank Rose, secretario de Estado, niega esta posibilidad. “La conclusión es que Estados Unidos no quiere conflictos en el espacio exterior“, explicando que la potencia estaría dispuesta a trabajar con Rusia y China para mantener el espacio seguro, “pero quiero dejar en claro: Vamos a defender nuestros recursos espaciales en caso de ataque”, consigna Scientific American.

La administración Obama ha presupuestado 5.000 millones de dólares para los próximas años en mejorar las capacidades ofensivas y defensivas del programa espacial militar del país norteamericano. De esta forma, nuevamente Estados Unidos quiere controlar el espacio de forma pacífica, pero siempre habilitado en caso de que sus vecinos no estén de acuerdo.

China, en tanto, ha puesto en marcha armas cinéticas terrestres antisatélites, pero aparantemente como una forma de defenderse. Sobre todo en el caso de los satélites geosincrónicos, que recorren cerca de 35.000 kilómetros, siendo blancos fáciles desde distintos puntos de la Tierra.

Recientemente las tensiones han ido al alza, luego de las pruebas de armas antisatélites probadas tanto por Rusia como China. ¿Estarán planeando apoderarse de la órbita o sólo de defender sus intereses?

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