Emprendimiento

Linkin Park es ahora una firma de capitales de riesgo

La banda extiende su negocio, entendiendo necesario evolucionar en una industria musical que ha cambiado drásticamente durante los últimos años.

Linkin Park, la banda de rock conocida por mucha gente principalmente por sus discos de comienzos de milenio, ha dado un paso importante en su carrera y no tiene que ver exactamente con lo musical: han lanzado una empresa de capitales de riesgo llamada Machine Shop Ventures.

Machine Shop es ahora la firma que gestiona todo lo relacionado a Linkin Park y no solo en el ámbito musical, sino en las distintas ramas que van a perseguir de ahora en adelante. La banda necesitaba construir un “ecosistema diverso y diversificar sus fuentes de ingreso” (vía Billboard) y para ello se asesoraron con expertos de Hardvard antes de armar el negocio.

Esto no quiere decir que Linkin Park como banda ya no corre; seguirán tocando y girando como siempre, pero “crear y vender nuestra música ahora juega un rol de apoyo en nuestro negocio global” explican sus integrantes. “Además de crear música, Linkin Park hoy está mejor posicionada para operar en una cultura musical en constante movimiento y evolución”.

En un artículo publicado en Hardvard Business Review, se indica que “en 2013, Linkin Park y Machine Shop se dieron cuenta que la música digital -primero con descargas y luego con streaming- había cambiado drásticamente el negocio. Así que comenzaron a prepararse para la siguiente década”.

Para ello, se evaluaron algunos de los movimientos extra musicales de artistas como Trent Reznor, Jared Leto o Pharrell Williams, todos ellos considerados como “innovadores” gracias a sus negocios que van más allá de crear canciones y vender discos. Reznor tiene una sociedad con Beats Music, Williams una plataforma de contenido llamada i am Other y Leto, una incubadora de tecnología.

Lo cierto es que, si bien la industria musical de las grandes ligas ha cambiado y para todos es más difícil seguir funcionando (y ganando dinero) como antes, también hay que destacar que este tipo de “diversificaciones extra-musicales” no están al alcance de todos los artistas y solo aquellos que consiguieron un buen piso financiero -o que todavía están en eso- tienen algo de flexibilidad para crear este tipo de negocios. El resto, tendrá que seguir viviendo de las giras, las cada vez más escasas ventas de CD y los royalties generados por Spotify y similares.

Y también con trabajos más tradicionales en paralelo.

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