Ciencia

Interpol crea prueba de ADN para rastrear traficantes de marfil

Esta prueba pudo ubicar a Tanzania como la nación donde se produce la mayoría de la cacería ilegal de elefantes para traficar su marfil.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Washington, en colaboración con la agencia Interpol, han logrado crear una prueba de ADN capaz de rastrear el origen preciso de más de 14 toneladas de colmillos de elefante, incautados desde 1996 hasta la fecha, con la finalidad de poder ubicar y trazar con mayor precisión las rutas de tráfico ilegal entre los cazadores de marfil.

La triste realidad actual es que en el continente africano nacen menos elefantes de los que mueren asesinados, la gran mayoría de ellos como producto de este mercado que sufre de graves irregularidades y que ha puesto en peligro la vida de esta especie. El panorama es tan preocupante que de acuerdo con un reporte de Science Daily se estima que anualmente se mata a más de 50.000 elefantes africanos, lo que representa el 10% de su población mundial.

Es por ello que ante este escenario alarmante, la Interpol trabajó junto con el biólogo Samuel Wasser, miembro de la Universidad de Washington y especialista en ADN, quien ha realizado por primera vez esta clase de análisis genéticos, directamente en los colmillos de distintos elefantes, recolectados durante los últimos 19 años en diferentes pesquisas policíacas; cruzando los datos obtenidos con los de otras muestras de ADN pertenecientes a piezas de estiércol de elefante, tejido y cabello recolectadas en distintas regiones del continente africano.

El resultado es impresionante, ya que ha sido posible trazar una ruta exacta de actividad entre los cazadores de marfil: hasta 2006 el 96% de las incautaciones de marfil se originaron por la caza ilegal de cuatro zonas específicas, pero desde entonces hasta la fecha la obtención de este recurso se ha concentrado sólo en dos áreas, así lo confirma Sinc Wasser, director del Centro de Biología de la Conservación de la universidad, y autor principal del estudio que publica Science:

En la sabana, la caza furtiva se concentra en Tanzania, especialmente en la parte sureste, en la que se incluye la Reserva de Niassa en Mozambique. Pero ahora se está moviendo hacia el norte a través del Parque Nacional de Ruaha y la vecina Reserva de Rungwa, también ubicada en Tanzania.

De este modo, aplicando las pruebas de ADN en los colmillos y cotejando los datos obtenidos con los ya previamente recabados, con las otras muestras catalogadas por zona geográfica, fue posible crear un mapa de las poblaciones de los elefantes y determinar de paso también cuáles son las zonas con mayor caza ilegal cronológicamente.

El reto por preservar a esta especie y detener su caza ilegal es enorme, pero la ciencia ha podido aportar algo que ayude a la causa de manera positiva.

Tags

Lo Último


Te recomendamos