Vivir en una casa con paneles solares hoy en día no es muy nuevo. Millones de comunidades en todo el mundo han instalado paneles solares en sus tejados para ayudarles a mejorar el consumo energético de sus bloques o viviendas. Generalmente en España se suele usar para calentar el agua de la casa, pero mucha gente cada vez más quiere usar estos paneles solares para consumo de energía tradicional.
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¿Quién nos podría culpar? España es un país que recibe millones de horas de sol. Un país privilegiado en lo que se refiere a la luz natural y al clima. Pero el sueño de no tener que volver a pagar una factura a una gran empresa eléctrica es ahora mismo, extremadamente difícil. No es imposible, pero el Gobierno está poniendo muchas trabas a aquellas personas que quieren pasar por el autoconsumo eléctrico.
La presentación de las baterías de Tesla capaces de recoger la energía solar, almacenarla y usarla según convenga o incluso compartirla con la empresa eléctrica en caso de necesidad de que la red eléctrica de la zona necesite más energía de lo normal, en España es un sueño.
Pero, ¿qué está pasando en el Gobierno que no quiere que la gente sea autosuficiente?
Las grandes eléctricas
Las empresas eléctricas españolas son multinacionales presentes en muchos países con un gran poder de presión y muy relacionadas con tratos de favores entre políticos y empresas.
Estas son las más afectadas de que la gente intente deshacerse de las redes de electricidad que han ofrecido casi toda la vida que las ciudades han tenido electricidad. A cuantos más autoconsumidores de electricidad, mayores pérdidas para estas empresas.
El borrador de ley que el Ministerio de Industria quiere hacer ley y el cual está teniendo un gran rechazo entre partidos de la oposición y autoconsumidores y que puede afectar enormemente a estas personas ya que básicamente y minimizando el texto de la ley, intentará cobrar a las personas que producen y consumen energía, permitir a las eléctricas tomar parte de tu energía generada para su red sin retribución y encarecer administrativamente los trámites para la instalación de equipos.
El nuevo decreto obligará a los productores de energía a notificar a las eléctricas que ofrecen servicios en tu zona que harás esta instalación, incluso si no viertes energía a las redes de las eléctricas deberás notificarlo. Tampoco se podrá acceder a descuentos de tarifas de electricidad si sigues conectado a la red de una eléctrica, el precio será fijado y no cambiará.
Sin duda el mayor problema de este borrador de ley es el Artículo 10.1 y el 10.3.
La energía eléctrica excedentaria que un consumidor acogido a la modalidad de suministro con autoconsumo pudiera eventualmente verter a las redes de transporte y distribución no podrá llevar aparejada contraprestación económica vinculada a dicho vertido.
Asimismo, al consumidor acogido a la modalidad de suministro con autoconsumo le resultarán de aplicación los peajes de acceso a las redes de transporte y distribución, cargos asociados a costes del sistema y cargos por otros servicios del sistema conforme establece el título V.
Esto quiere decir que al estar conectado a la red de una eléctrica y autogenerando tu electricidad, esta empresa puede coger parte de tu electricidad y vendérsela a tus vecinos sin tu recibir nada a cambio, ni una compensación económica ni un descuento o una mejor fiscal. Literalmente estarías regalando electricidad a la eléctrica.
Grandes protestas y quejas contra el Ministerio
Se han logrado alcanzar más de 151.000 firmas en contra de este nuevo modelo que el gobierno pretende imponer en su final de legislatura. Quizá las firmas y todo el revuelo levantado en redes sociales por ahora no sirva de nada y este Gobierno efectivamente, incorpore esta ley.
Lo único que se está provocando es que el autoconsumo sea más lento, pero en ningún momento detenerlo porque este modelo, con la bajada de los precios de los paneles solares y la mejora de rendimiento de las baterías de almacenamiento, finalmente acabará por ser un modelo viable que la gente adaptará, ley o no de por medio.
Foto portada (cc) Michael Mazengarb