Transporte

Uber no cumple con las leyes sobre personas con discapacidad

En Estados Unidos, Uber argumenta que por ser una empresa de tecnología, y no de transporte, no tiene porque acatar las leyes contra la discriminación de personas con discapacidad.

En Estados Unidos existe una ley muy clara contra la discriminación a la gente con discapacidad con el nombre de “Ley para establecer una prohibición clara y completa en la discriminación por motivos de discapacidad”, su nombre corto en inglés es Americans with Disabilities Act o ADA. La ley, de acuerdo a Wikipedia se establece que “ADA es una amplia ley de derechos civiles que prohíbe, en determinadas circunstancias, la discriminación basada en la discapacidad”.

Pero para Uber, la ADA no aplica. En The Daily Beast nos cuentan la experiencia que Kristin Parisi, una mujer de 30 años, con 25 con discapacidad, que sufrió en el mes de abril, dos penosas situaciones en Boston. En la primera ocasión, el chófer de Uber se negó a llevarla con el argumento de que su silla de ruedas no cabría en el auto, a pesar que eso no era cierto. En una segunda vez, la experiencia fue peor, pues el conductor la llevó, no sin antes recibir insultos en el trayecto como inválida, y otros peores.

La ley ADA existe desde 1990, y ha tenido modificaciones y adecuaciones hasta el 2009. Es una ley vigente que obliga a los proveedores de transporte, a acomodar la silla de ruedas de sus pasajeros, si es que cabe en el auto. Esto implicaría que los chóferes de Uber, tendrían que ofrecer este servicio adicional, además de la botella de agua que siempre regalan. Incluso, existen casos en California, Texas y Arizona, donde se ha acusado a Uber de discriminar gente con discapcidad visual -impidiendo que los perros guía aborden la unidad- y pasajeros en sillas de ruedas.

La defensa de Uber para estos casos, es la misma que ocupan en todos lados. La misma con la que se defienden de ataques de taxistas. Ellos no son una compañía de transporte, sino de tecnología, por lo que no tienen que cumplir con la ley ADA. Para rematar, argumentan que los conductores de Uber actuan como contratistas, por lo que no tienen poder sobre sus acciones.

Esa área gris, entre lo legal y lo ilegal, es lo que les ha traido una serie de problemas que parecen no tener fin. A veces con apoyo de la ciudadania, pero otras es claro que hace falta una regulación importante que sirva de base para un correcto funcionamiento de servicios como este. Porque este problema sucede ahora mismo en Estados Unidos pero, ¿estamos seguros que no pasa lo mismo en el resto de nuestros países?

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