Hemos visto que el uso de drones (cuadrópteros) tiene muchas salidas. Ya no solo son objetos voladores que se usan en el mundo del cine o del aeromodelismo, si no que son el juguete de los padres de hoy en día y se usa para simplemente grabar vídeos, hacerte dronies o mostrar que están en la última tendencia que en Internet ha explotado.
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A cada generación de nuevos drones podemos ver como bajan de precio, mejoran sus baterías y además en algunas ocasiones, se hacen más sociales al poder comunicarse con otros drones. Y es que es divertido volar uno de estos objetos, aunque existe una zona gris o casi translúcida sobre quién, dónde y hasta dónde se puede volar un dron, su uso se está popularizando y no es tan raro ver en grandes parques a gente volando uno de estos aparatos.
¿Pero hasta dónde se puede usar estos drones? Puedes instalar una cámara en él y un monitor con una red Wi-Fi en el control remoto para ver que está grabando, lo cual está levantando muchos problemas de privacidad.
Una persona en Tennessee ha demostrado cómo el uso de drones puede llegar hasta la vigilancia de tus hijos. Quizá mucha gente piense que esto es sobreprotección de un menor o hasta una buena idea que quieran copiar, pero estamos viviendo un momento donde un aparato de unos USD$1.000 puede servir tanto para vigilar a los que más quieres o hasta grabar vídeos de dónde vives desde el aire.
En este ejemplo este preocupado padre usa este drone de DJI para seguir a su hija de su casa al colegio, pero según la entrevista que hizo la cadena local de ABC no para sobreprotegerla, si no para comprobar que hacía lo que se suponía debe hacer cuando va sola por la calle, como mirar a los dos lados cuando cruza una calle.
Foto (cc) Motographer