La NASA quiere llegar cerca, muy cerca del Sol. Más cerca de lo que nunca han estado. Y para ello ya terminar un plan para mandar una nave y estudiar algunos fenómenos que se dan en la estrella, dice el reporte de The Daily Mail.
La sonda Solar Probe Plus se lanzará el 31 de julio de 2018 (o los 20 días siguientes a esa fecha) y estudiará vientos solares y otras partículas; durante el recorrido, la temporatura podría alcanzar cerca de 2.500 grados Fahrenheit, algo así como 1371° C. Y la distancia más cercana a la superficie de la estrella será de 6.11 millones de kilómetros.
Una capa de carbono de 4.5 pulgadas de grosos debería ser suficiente para proteger la sonda y su instrumentación del calor que habrá allá arriba. Entre los detalles a estudiar están los campos magnéticos, partículas y el plasma del Sol.
La construcción del aparato correrá por cuenta del Laboratorio de Físicas Aplicadas de la Universidad John Hopkins. Ellos mismos certificaron el pasado mes de marzo que hasta ahora el diseño de la misión cumple con lo mínimo para proceder.
