La edad de la Luna siempre ha sido un misterio, pero ahora parecemos estar más cerca de conocer la cifra exacta, tomando como punto de referencia los propios meteoritos de este astro que se impactaron en la Tierra, los cuáles al ser analizados han arrojado que la Luna podría tener cerca de 4.470 millones de años.
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La última ocasión, en 2011, los descubrimientos más vigentes apuntaban a que el astro tendría unos 4.360 millones de años, ahora, la información más reciente sugiere que el cálculo de aquel entonces nos falló por poco más de cien millones.
El descubrimiento fue realizado por un grupo extenso de investigadores, compuesto por científicos de la NASA, académicos de la Universidad de Arizona e investigadores del Institute for the Science of Exploration Targets (ISET) quienes lograron ejecutar un extenso análisis en algunos de los meteoritos impactados contra la Tierra tras las formación de la Luna, encontrando huellas claras que permitieron ejecutar un cálculo de edad fidedigno.
Huellas del primer impacto
(cc) NASA / Flickr
Partiendo de la teoría de que la Luna se formó después de una colisión entre la Tierra y un segundo cuerpo celeste de gran tamaño, en los inicios del sistema solar. El material que sobró del choque se juntó en una masa de material derretido y caliente, que se solidificó en varios cientos de millones de años, formando una corteza que daría forma al astro. Los investigadores, quienes publicaron los resultados de su trabajo en el más reciente número de Science, descubrieron que al momento del choque arriba relatado, meteoritos con una extensión de más de un kilómetro de largo, habrían golpeado a una alta velocidad un cinturón de asteroides, provocando un sobrecalentamiento que dejó una huella clara de los impactos en los cuerpos analizados, permitiendo así calcular su antigüedad en 4.470 millones de años de edad.
Los propios científicos en su investigación afirman que sería imposible calcular con exactitud la fecha precisa del origen de la Luna, pero este descubrimiento los acerca más, permitiendo tener un marco de referencia más exacto sobre el orden de la historia del sistema solar y nuestro planeta.