¿Han notado que cuando abrimos un paquete cuyo contenido es delicado, hay un montón de bolitas plásticas que protegen al producto? Pues bien, es muy probable que dentro de los próximos años esas bolitas nos ayuden a mejorar la capacidad de carga de nuestras baterías eléctricas, incluso llegando -ojalá- a la fabricación de las mismas para teléfonos inteligentes y otros dispositivos de características similares, según indica hoy el portal Engadget.
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Un grupo de científicos de la Universidad Purdue de Luisiana, Estados Unidos, dio con la fórmula para que estos protectores se transformen en ánodos, elementos que retienen a los iones de litio, convirtiéndose así en una excelente opción para reciclar estos desechos que, realmente, nadie toma en cuenta.
Según dice el equipo investigador, las placas son capaces de almacenar más energía eléctrica que las baterías normales (420 mAh/g contra los 372 mAh/g de las hechas con grafito), así como también de generar una carga más rápida, lo cual disminuye enormemente el tiempo utilizado para estos fines.
Si bien el estado de esta creación se encuentra en un proceso muy embrionario, sí se espera que esta nueva manera de almacenar electricidad avance lo suficiente como para convertirse en un producto comercial estable lo antes posible, y no se estanque en algún punto hasta perderse, como suele suceder cuando se desarrollan este tipo de elementos.