Un estudio realizado por la firma estadounidense McKinsey & Company proyecta que la industria de autos de conducción autónoma en un futuro provocará una generación de ingresos de miles de millones de dólares anuales.
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Este estudio prospectivo toma variables como el tiempo que pasará el usuario sin tener que conducir y la reducción sustancial de accidentes relacionados con la mala conducción. La utilización masiva de vehículos autónomos podría llevar a una merma sustancial del 90% en accidentes al volante en los Estados Unidos. Esto significaría un ahorro de hasta USD $200 mil millones con respecto a gastos médicos.
Hasta un tiempo libre máximo de 50 minutos podría resultar del uso de este tipo de vehículos, periodo que se utilizaría en su mayor porcentaje a navegar en la web. “La gente podrá comprar productos o servicios desde sus dispositivos móviles o desde sistemas construidos dentro del mismo vehículo”, aseguró Hans-Werner Kaas, socio mayoritario de McKinsey.
Por cada minuto que un usuario pase en internet durante su viaje se generarían hasta USD $5,6 mil millones al año en un escenario donde los coches autónomos fueran utilizados masivamente.
Las ganancias irían en mayor parte a los desarrolladores del hardware y software —como Google— y proveedores de servicios y bienes en línea como Netflix o Amazon.
Si bien este tipo de tecnología no está exenta de ser falible se muestra como una gigantesca promesa para su uso masivo.
