Ciencia

Orión, nuestro futuro no está en la Tierra

Llega el turno de la cápsula Orion, diseñada para la exploración espacial más allá de la Estación Espacial Internacional.

Este jueves en punto de las 6:05 am, tiempo de la Ciudad de México, un cohete Delta-IV Heavy de la empresa United Launch Alliance mandará al espacio la misión Exploration Flight Test 1 (sigan toda la información en Twitter mediante #EFT1 y #Orion). Esta misión será la primera prueba extra atmosférica de la cápsula Orión, que fue diseñada para misiones de espacio profundo con la promesa de regresar a la Luna e ir más allá; los objetivos actuales son asteroides y también el planeta Marte.

Mientras que esta misión genera mucha expectativa en los medios de comunicación y algunos sectores del público, lo cierto es que hay quienes apuntan a un gasto excesivo por parte de la administración del presidente Barack Obama, el cual bien podría ser eliminado y usar el presupuesto de NASA en apoyos a estudiantes y a aplicaciones científicas. Empresas como Space X, Sierra Nevada Corporation u Orbital Sciences Corporation ya tienen sistemas y cápsulas diseñadas que podrían funcionar para espacio cercano y que con una inversión mucho menos considerable obtendrían resultados similares.

Este jueves la transmisión de las actividades comienza a las 2:30 am en NASA TV, donde se podrán ver videos con los preparativos que se llevaron a cabo para llegar a este momento clave para el desarrollo de este sistema espacial. La misión durará 4 horas y 23 minutos desde el momento de su despegue hasta su reingreso y amarizaje en el Océano Pacífico, muy cerca de Baja California. La misión alcanzará una altura máxima de aproximadamente 5.800 kilómetros, una órbita 13 veces más lejana que la de la Estación Espacial Internacional. En su regreso a la Tierra, una capa de plasma permeará el escudo de ablación de la cápsula a una temperatura de 2.200 ºC.

Para quienes no tuvimos la oportunidad de ver las misiones Apollo y debimos conformarnos con ver los vuelos de los transbordadores espaciales (que no fueron poca cosa), tener la posibilidad de presenciar los primeros pasos que afinan el diseño de una cápsula de espacio profundo es maravilloso. Quienes han tomado decisiones en la NASA durante estos años confían en tener un vuelo circumlunar tripulado durante el año 2017, y de ahí dejar la tranquilidad de nuestro espacio cercano para explorar a nuestros vecinos más cercanos del Sistema Solar.

“Explorar es parte de la naturaleza del hombre. Comenzamos siendo nómadas y aún lo somos. Nos hemos quedado mucho tiempo en las costas del océano cósmico. Por fin estamos dispuestos a embarcarnos a las estrellas.” –Carl Sagan, Cosmos (1980)

Cuando Orión fue presentado al público en el año 2004 con la “Visión de la Exploración del Espacio” del entonces presidente George W. Bush, muchos consideraban que usar una cápsula tipo Apollo para futuras misiones era un retroceso. La X-33 de Lockheed Martin fue cancelada para dar paso a la capsula Orión y al programa Constelación. Fue ahí donde el contrato para diseñar y construir una capsula state of the art fue otorgado a la compañía de defensa y aeroespacial Lockheed Martin. La empresa desarrollaría el módulo de comando y servicio, teniendo la posibilidad de acercarse a otras organizaciones para coordinar el diseño y desarrollo de los subsistemas clave de la nave.

Cuando en el año 2011 el programa Constelación fue descartado por Obama, Orión se mantuvo fuerte para ser la cápsula clave del nuevo programa Space Launch System. Constelación se canceló después de lograr la prueba del cohete Ares I, con un retraso muy importante y con costos que iban mucho más allá de lo estimado originalmente.

Actualmente, Lockheed Martin no es el único trabajando en Orión, se ha vuelto un esfuerzo privado multinacional. Mientras que el módulo de comando sigue siendo responsabilidad de la empresa norteamericana, el módulo de servicio ahora es diseñado y construido por la europea Airbus, quien tomó la base de su trabajo en su Módulo de Transferencia Automatizado que es usado para enviar equipamiento a la Estación Espacial Internacional. El subsistema de interrupción de misión, la cofia con forma de campana que expulsaría la cápsula en caso de una emergencia durante el despegue, ha sido diseñada y construida por Orbital Sciences Corp con apoyo en el diseño de los cohetes por la también norteamericana ATK.

Los costos asociados al programa Constelación ascendían ya a USD $9.000 millones en tan sólo seis años de desarrollo y pruebas; y sus estimados para el año 2025 para el cual esperaban lanzar misiones de espacio profundo en 2011 era ya de USD $150.000 millones. Con estas proyecciones, Obama decidió que el programa Constelación era un gasto innecesario y que debía relajar sus ambiciones y costos. Así es como el proyecto Space Launch Systems entra en vigor, con fuertes presiones de los gobernadores de los estados aeroespaciales de Florida, Texas, Utah y California, quienes abogaban por los cientos de despidos de las subcontratadas debido a la decisión de Obama.

El Space Launch Systems ha sido una joyita de magnitudes similares. De acuerdo con una auditoría del desarrollo de Orión, los costos para fabricar la cápsula desde 2011 ascienden a un total de USD $4.5 mil millones. Por solicitud de presupuesto del presidente Barack Obama, hasta el año 2018, se deberían gastar al menos USD $1 mil millones para completar su desarrollo, lo cual haría que el costo total fuera de aproximadamente USD $8.5 mil millones.

La Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO) de Estados Unidos liberó en mayo de 2014 un reporte en el cual menciona que se requiere mayor transparencia para los programas espaciales de larga duración de la NASA. El análisis muestra que la estimación de la NASA para la primera misión con el cohete que se está diseñando para el programa Space Launch Systems costará USD $22 mil millones, quitando costos asociados a la construcción del segundo cohete y cápsula de pruebas que necesitarían para 2020. La oficina solicitó formalmente que se agreguen los costos asociados con el programa en la solicitud de presupuesto de la agencia para los futuros años fiscales, ya que la poca claridad de los directores de la NASA con los gastos asociados al ciclo de vida del proyecto lo vuelven poco transparente.

Es improbable que la actual administración actúe de manera distinta que la anterior respecto a los gastos poco claros de los programas a futuro. La exploración espacial ciertamente es cara; sin embargo, los costos asociados deben ser claros y analizados en su completo ciclo de vida para definir si es que el monstruo de la NASA vale la pena o es mejor apoyarse en las empresas privadas para embarcarse a las estrellas. Así que, aprovechen la oportunidad de este jueves ya que podría ser la primera y única vez que veamos la cápsula Orión volar.

Síganme en @astro_gee mañana desde las 5:30 am para que tengan más datos sobre esta misión.

Fotos © NASA Orion Spacecraft

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