El gigante de Internet Google acaba de firmar un millonario contrato por USD$1.160 millones para hacerse con el control de un aeródromo propiedad de la NASA, en instalaciones que contemplan tres hangares, dos pistas de aterrizaje y un campo de golf. Este acuerdo llega luego de negociaciones de varios meses entre la compañía y la agencia espacial, con el objetivo de quedarse con el recinto llamado Moffett Federal Airfield (MFA) ubicado en California, Estados Unidos.
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Allí se encuentra un hangar histórico llamado Hangar One, el cual será restaurado y puesto en operaciones para cumplir con los nuevos estándares internacionales, además de ponerse en marcha un recinto educacional abierto al público que mostrará el rol de la tecnología en Silicon Valley. Así, la inversión que hará Google será enorme, pues tendrá que desembolsar USD$6,3 millones al año para mantener el dominio de la zona, en un contrato a plazo de 60 años que suman los USD$1.160 millones.
Aparte de aquello, se desconocen las verdaderas intenciones de Google tras su interés en este espacio. Lo más probable es que a corto plazo la pista de aterrizaje sea utilizada para lanzar la iniciativa Project Loon, destinada a otorgar Internet inalámbrico en zonas rurales a través de globos y drones. Pero 60 años es bastante tiempo y seguramente, la compañía tiene escondidos un par de proyectos secretos que saldrán al aire (literalmente) conforme pase el tiempo.