Hasta hoy, el intercambio de bienes tecnológicos entre China y Estados Unidos no es cosa fácil. Existen altos impuestos para llevar algunos productos norteamericanos a oriente, lo cual hace menos rentable el negocio para vendedores locales y exportadores extranjeros.
Sin embargo, todo esto podría quedar en el pasado gracias al acuerdo en que trabajan los gobiernos de ambos países, el que podría sumar nuevos elementos tecnológicos a un tratado de libre comercio ya existente llamado Information Technology Agreement (ITA). Dicho tratado elimina completamente los impuestos durante la exportación e importación de productos tecnológicos, sumándose ahora procesadores para computadoras, unidades GPS, discos duros, cámaras de video y consolas de videojuegos, entre otros dispositivos.
El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, fue quien dio el anuncio de este pre-acuerdo, indicando que espera llevarlo a una “rápida conclusión” durante su mandato. Además, se refirió a la posible amenaza del mercado chino frente a la industria norteamericana, haciendo un llamado a la calma:
Los Estados Unidos reciben bien el levantamiento de una China próspera, pacífica y estable.
Si bien la extensión del acuerdo aún no está firmado y se están afinando los detalles para llegar a buen puerto, su aprobación llevaría importantes beneficios para ambos países: Estados Unidos tendría un mercado enorme para vender sus productos, impulsando a la industria local.
Las empresas chinas también podrían aprovechar lo mismo, pese a la ironía que representa el hecho de que marcas norteamericanas como Apple diseñan sus productos en EE.UU., los envían a fabricar a China y los llevan de vuelta a su país. Si se aprueba el ITA entre ambas naciones, dichos artículos tendrían que viajar de vuelta.
