Esta historia de amor, tiene un final feliz. Por lo menos para los accionistas de Ono, ya que la Comisión Europea ha confirmado que da su beneplácito para que Vodafone adquiera a la operadora de cable y móvil virtual Ono.
Así se pone fin a un verdadero culebrón empresarial. Inicialmente Ono, haciéndose el duro, quería salir a bolsa para aumentar su valor, no es para menos cuando tenía varios pretendientes. Vodafone quería a Ono, mucho, tanto como 6.700 millones de razones, pero Ono se hizo el fuerte. Hasta que las razones por las que tener a Ono por parte de Vodafone subieron a 7.200 millones. Ahí no hay quien diga que no.
Vodafone y Ono hicieron oficial su unión el pasado mes de marzo, pero no ha sido hasta el principio de julio cuando la Comisión Europea ha dado su aprobación por competencia. El comunicado de Vodafone indica que los clientes de ambas operadoras no tendrán cambios iniciales, todo seguirá igual.
Todo apunta que para clientes actuales de Ono tardarán bastante en ver el logotipo de Vodafone en sus facturas, si no que será Vodafone quien se apoye en la infraestructura de Ono para comercializar conexiones a internet vía fibra y móvil bajo una misma factura.
Si llegaste tarde a la boda, tendrás que enterarte por qué se casan.
Vodafone lleva mucho tiempo con una importante sangría de clientes hacia operadoras móviles virtuales, pero lo que más daño le está haciendo es la gran expansión de Movistar en fibra óptica, que está reemplazando a todos sus clientes de ADSL y las ofertas de internet, fijo, TV y móvil en una misma factura, el llamado Movistar Fusión. Ahí es donde Vodafone quiere atacar, pero solo puede hacerlo con una buena base de usuarios de fibra.
Vodafone acaba de empezar a instalar fibra óptica y no cuenta con una gran cobertura ni una infraestructura a su favor. Por eso tratos como el que ha tenido con Orange en el que ambos tiran fibra por edificios a cambio de que ambos puedan usarla.
