Emprendimiento

Printoo: “Podemos revivir una industria que está muerta” [FW Startups]

Entrevistamos a José Miguel Sainz sobre Printoo, un proyecto que promete darle nuevos bríos a la fotografía impresa.

«El mundo corporativo te hace arrogante», me confiesa José Miguel Sainz, a quien tengo del otro lado de la línea. Mercadólogo de profesión y originario de Oaxaca (México), mi entrevistado tiene experiencia en el tema empresarial. A sus 31 años, se convirtió en el director corporativo más joven de la cadena Farmacias del Ahorro –una de las más grandes en México en su ramo–, empresa a la que entró como becario 8 años en 2005.

Pero fue en un viaje a Hong Kong donde decidió cambiar de rumbo. Después de tomar varias fotografías, pensó en mandarle algunas a sus padres; no archivos digitales, sino fotos impresas. Así, a pesar de su vertiginoso ascenso y su éxito ejecutivo, decidió renunciar. «Quise vivir mi sueño, salir del área de confort», me cuenta. Dejar la cima, ser humilde y empezar de nuevo desde abajo.

Así fue como nació Printoo.

Una nueva oportunidad para la foto impresa

En Hong Kong, José Miguel entendió que mucha gente quiere compartir sus recuerdos con algo tangible, físico, como una fotografía impresa. Aunque podemos intercambiar imágenes casi de manera instantánea de forma digital, aún hay una cierta nostalgia por conservar ciertas fotos en papel para guardarlas o enmarcarlas.

Junto con otros dos socios decidió crear Printoo, una aplicación móvil para que cualquier persona con un teléfono inteligente pudiera mandar fotos impresas a cualquier parte del país. Lo más importante: sin costo para el usuario.

Printoo se encarga de imprimir las imágenes que se suban a la aplicación, guardarlas en un sobre y enviarlas a través de correo postal mediante Mexpost. Entre 5 y 10 días después, el destinatario recibe las fotos.

La impresión de fotografías, hoy en día, ha caído en un estado de coma; está relegada a quioscos en supermercados o tiendas de conveniencia. Para José Miguel, imprimir fotos es algo que se ha perdido, que la gente ya no hace. Pero el fundador de Printoo tiene una meta fija en la cabeza:

«Podemos revivir una industria que está muerta»

Publicidad sin desperdicio

El secreto de Printoo está en el reverso de la fotografía. Ahí planean introducir publicidad dirigida específicamente a quien recibe las imágenes. José Miguel lo llama «publicidad sin desperdicio».

Creo que lo que tenemos es algo muy poderoso. Toda la publicidad que hoy recibimos como usuarios, nos invade. Queremos que el usuario permita que la publicidad entre en su vida, que sepa abiertamente. Es la manera en que las marcas pueden confiar en el proyecto.

José Miguel aprovechó su experiencia corporativa para diseñar un modelo de negocios donde el usuario no pague por las fotografías, al tiempo que ofrece a las marcas un espacio publicitario novedoso y enfocado en un nicho. En efecto, sin desperdicio.

José Miguel usa la frase «vincular a las marcas con emociones» para describir a Printoo. De algún modo, la publicidad detrás de la imagen será contextual, sea por el sitio donde se tomó la foto, los gustos de la persona que la recibe u otros criterios similares. De este modo, las marcas ganan exposición selectiva y los usuarios, fotografías gratuitas.

Lo que viene para Printoo

La beta de Printoo está a punto de salir para pruebas. En 45 días, un grupo de testers la probará; y 15 días después, se liberará la versión 1.0. Saldrá primero para iOS, pero posteriormente tendrá su versión para Android.

Sainz sabe que aún hay mucho por recorrer: afinar el modelo de negocio, pasar las pruebas de desempeño, posicionar la marca (en este punto, una búsqueda rápida de Google muestra un proyecto homónimo de Kickstarter en los primeros sitios). Pero en el mundo del emprendimiento, todo es cuesta arriba de inicio.

«Por supuesto que me encantaría tener un proceso de aceleración y mentoría», indica José Miguel, quien declara que toda esta aventura se ha financiado con su dinero y el de amigos y familia que creen en el proyecto. Printoo es un proyecto ambicioso y con mucho potencial, sí, pero aún intangible.

Mas hay razones para creer en José Miguel, un hombre en la cumbre profesional que dio un salto de fe. Todo, después de mirar una fotografía; todo, con la idea de generar una nueva forma de conectar marcas y personas. Si la nostalgia le alcanzará para reinventar una industria, todavía no lo sabemos – y quizá, eso es lo más emocionante.

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