Recientemente, casi toda la atención del debate acerca de la neutralidad de la red se ha centrado en Estados Unidos gracias a la propuesta de la FCC de permitir la existencia de “vías rápidas” en Internet. Sin embargo, Europa es otra de las regiones que ha tenido una discusión activa en los últimos meses, particularmente a raíz del voto del Parlamento Europeo a favor de la neutralidad de la red, que será discutido por el Consejo Europeo el próximo mes.
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Buena parte de la discusión en Europa se ha centrado en la existencia de servicios especializados. La clave con este tipo de servicios es que, si no son regulados con precisión, podrían dar pie a prácticas discriminatorias contrarias a la neutralidad de la red. Por ello, una de las definiciones más puntuales para los servicios especializados es la que ofrece el Organismo de Reguladores Europeos de Comunicaciones Electrónicas (Body of European Regulators for Electronic Communications, BEREC):
Servicios de comunicaciones electrónicas que son provistos y operados dentro de redes cerradas de comunicaciones electrónicas utilizando el Protocolo de Internet. Estas redes se basan en el control estricto de admisión y a menudo se encuentran optimizadas para aplicaciones específicas basadas en el uso extensivo de la gestión de tráfico con el fin de garantizar características de servicio adecuadas.
Precisamente este organismo ha emitido su punto de vista con respecto al voto del Parlamento Europeo de la propuesta sobre el mercado único europeo de comunicaciones electrónicas. La postura del BEREC se refiere, entre otros aspectos, a la neutralidad de la red, reconociendo que se trata de un principio clave para la innovación en Internet.
El BEREC, si bien respalda el trabajo del Parlamento Europeo, se ha pronunciado porque la regulación referente a la neutralidad de la red se base en principios generales y no en reglas específicas. Esto para permitir que cada nación tenga la flexibilidad suficiente para cumplir con tales principios, dependiendo del marco específico de cada país:
El BEREC prefiere un enfoque basado en principios en vez de normas detalladas, que otorgue a las Autoridades Regulatorias Nacionales los poderes necesarios para garantizar que tales principios (como los desarrollados por el BEREC acerca de lo que constituye una gestión razonable de tráfico y sobre la relación entre servicios especializados y servicios de acceso a Internet) sean respetados. Bajo este enfoque, los reguladores nacionales perseguirían el mismo objetivo y la aplicación de los mismos principios, pero los factores desencadenantes y los umbrales específicos para la intervención regulatoria en un mercado determinado podrían ser adaptados para hacer frente a las circunstancias nacionales.
Mientras en Estados Unidos se habla de “vías rápidas“, en Europa la discusión girará alrededor de la definición de “servicios especializados”. El punto es que los operadores de telecomunicaciones buscarán minimizar el efecto de la neutralidad de la red, buscando – según ellos – que los usuarios tengan mayor posibilidad de elección. En lo personal, elijo una sola Internet, con acceso libre y neutral para todos, en vez de una Internet con paquetes de calidad diferenciada.