Buena parte de las discusiones sobre neutralidad de la red se ha originado gracias a Netflix. ¿Ejemplos? El trato que cerró con Comcast en Estados Unidos, la mejoría que mostró este ISP en el índice mensual de la compañía luego de dicho acuerdo y el aumento en el precio de la mensualidad para nuevos suscriptores. El éxito del modelo de Netflix demuestra que se puede innovar reconociendo los avances tecnológicos, pero que hay muchos intereses en juego en el ecosistema de Internet.
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Ahora, Netflix ha anunciado que, a finales de año, se expandirá en Europa. La empresa tendrá presencia en Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Suiza y Luxemburgo. Aunque no dio detalles con respecto a la oferta de contenidos, al precio de la mensualidad ni a los dispositivos que serán soportados, ofreció una alternativa para los habitantes de esos países que se encuentren interesados en suscribirse:
Las personas interesadas en ser miembros de Netflix en Francia, Alemania, Austria, Suiza, Bélgica y Luxemburgo pueden acceder a www.netflix.com y registrarse para recibir una alerta por correo electrónico cuando Netflix sea lanzado.
Detalles adicionales, incluyendo el precio, la programación y los dispositivos compatibles estarán disponibles en una fecha posterior.
Lo que particularmente me llama la atención de esta jugada de Netflix es que, una vez implementada la expansión, contaremos con los ISP de estos países en el índice de velocidades de ISP de la empresa. Poco a poco, Netflix se ha convertido en una fuente adicional para comparar las tasas de transferencia de diferentes partes del mundo. En particular, ha habido ocasión de comparar estas velocidades incluso a nivel nacional, dando oportunidad a reconocer conductas abusivas por parte de algún ISP en especial. Por esto, contar con datos de otros países será sumamente atractivo y útil para distintos análisis.