Un nuevo estudio publicado recientemente en el European Journal of Social Psychology revela cómo un nombre puede cambiar la percepción que tenemos de una persona, al nivel de percibir más inteligentes a las personas que utilizan las iniciales de su segundo nombre.
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Los psicólogos y autores del estudio, Wijnand A. P. van Tilburg y Eric R. Igou, aseguran que las iniciales del segundo nombre de un autor “incrementan la evaluación del desempeño de su redacción, y otorgan la percepción de un aumento de estatus“.
De hecho, los autores aseguraron que “el efecto de las iniciales del segundo nombre afecta específicamente el desempeño intelectual, y es mediado por la percepción de un mayor estatus“. O sea, la presencia de una inicial entre tu nombre y apellido hace que la gente te perciba como alguien intelectualmente superior. Ya saben, como Homero J. Simpson.
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