En California, los creadores de StarCraft y Diablo (entre otros juegos) impusieron una demanda contra un grupo de programadores/modders por causa de una pequeña herramienta para hacer trampa en StarCraft II.
El programa en cuestión es el ValiantChaos MapHack, que cuesta alrededor de USD $60 y permite sacar ciertas ventajas en el juego, sobre todo al competir en línea. Según Blizzard, esto está mal por varios motivos; principalmente, porque de alguna manera infringe sus derechos de autor y motiva a los jugadores a romper el acuerdo de licencia que «firman» con Blizzard al momento de instalar el juego.
Las trampas y hacks que han creado los demandados, incluyendo un producto llamado ‘ValiantChaos MapHack’, modifican la experiencia en línea de StarCraft II en detrimento tanto de los usuarios legítimos como de la propia Blizzard.
Los demandados crean y venden software ilegal a sabiendas de que están promoviendo a que los usuarios rompan su acuerdo con Blizzard y que además infrinjan los derechos de autos de la compañía.
Los maphacks han existido a lo largo de toda la historia en los juegos de Blizzard (bien lo saben los que jugaban el DotA All-Stars original), por lo que la situación no es exactamente una novedad. Aún así, es muy posible que lo que haga todo más grave es el hecho de que los creadores del programa para hacer trampa estén sacando réditos monetarios del mismo.
Según Blizzard, la sola existencia del ValiantChaos Maphack hace que quienes no usen la trampa se vean perjudicados y pierdan interés en jugar, dañando así el valor del juego y la reputación de la compañía.
Entre otras cosas, los creadores de StarCraft quieren ser recompensados por daños en una cantidad todavía a determinar (incluyendo los costos del juicio) y que también el grupo responsable revele y entregue todo el dinero que ha ganado vendiendo el maphack.
