Política

La Ley de Telecomunicaciones avanza en el Senado mexicano

Se espera que el dictamen de la iniciativa sea discutido este jueves por la tarde.

La jornada del martes en el Senado de la República estuvo llena de novedades – aunque no del todo positivas – con respecto al proceso que sigue la iniciativa para que México cuente con una nueva Ley de Telecomunicaciones. Hasta el momento, lo que se conoce con certeza es que este jueves por la noche nuevamente habrá noticias sobre el trámite del documento.

El proceso en el Senado

Para aprobar o rechazar cualquier iniciativa, las dos cámaras del Congreso deben apegarse a un procedimiento legal. En el caso de esta iniciativa, la Cámara de Senadores ha sido la primera en analizarla porque Enrique Peña Nieto la envió ahí y no a la Cámara de Diputados. Como lo marcan diversos ordenamientos, en cuanto la propuesta llegó al Senado fue turnada a comisiones para su análisis. Las que se encargan del trámite de esta iniciativa, son:

  1. Comisión de Comunicaciones y Transportes. Presidida por el senador Javier Lozano, del PAN. Esta comisión es la coordinadora de los trabajos para dictaminar la iniciativa.
  2. Comisión de Estudios Legislativos. Su presidenta es la senadora Graciela Ortiz, del PRI.
  3. Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía. Presidida por la senadora Alejandra Barrales, del PRD.

Para contribuir al proceso, estas comisiones acordaron llevar a cabo un foro de análisis de la iniciativa, en la que invitaron a diversos interesados para que expresaran su punto de vista. También abrieron un espacio para recibir observaciones por escrito de cualquier persona o institución que no hubieran sido invitadas al foro.

En teoría, las observaciones vertidas ahí debieron servir para enriquecer el punto de vista de los senadores. Esto es importante porque las 3 comisiones deben elaborar y, en su caso, aprobar un documento llamado dictamen. De manera general, el dictamen producido por estas comisiones puede expresar tres puntos de vista diferentes:

  1. La iniciativa debe ser aprobada sin cambios.
  2. La iniciativa debe ser aprobada si se incorporan algunos cambios. En este caso, las comisiones también señalan los cambios que consideran deben ser incluidos.
  3. La iniciativa no debe ser aprobada.

De esta forma, la totalidad de los senadores – es decir, el Pleno del Senado – vota el documento producido por las comisiones dictaminadoras y no la iniciativa tal cual llegó al Senado. Durante esta votación, el dictamen aún puede ser modificado. En caso de que sea aprobado – con o sin modificaciones -, el dictamen se convierte en minuta y es enviada a la Cámara de Diputados, donde el proceso es prácticamente el mismo.

La generación del dictamen

A inicios de mes, las 3 comisiones publicaron el programa de trabajo que seguirían para dictaminar la iniciativa. En él, además de acordar la realización del foro de análisis, acordaron tener listo el proyecto de dictamen entre el 21 y 22 de abril. La idea era que el pleno del Senado aprobara el dictamen el miércoles 23. Lo cual no pasó.

La mañana del martes, el senador Javier Lozano expresó en diversas entrevistas que al filo del mediodía presentaría un predictamen a los integrantes de las comisiones dictaminadoras. Incluso mencionó que los activistas y ciudadanos que se expresaron en contra de la iniciativa debían estar tranquilos, porque los riesgos para Internet habían sido eliminados:

(El documento) borra completamente de la propuesta, que era la iniciativa del presidente, todo el tema de Internet, completito. Queda obviamente otro tipo de colaboración con la justicia en los términos que dice la legislación actual. Nada más y nada menos, pero todo ese tema del internet, de la neutralidad tecnológica, de los bloqueos, de las transmisiones, de que se puede por amenazas, por seguridad nacional, cero. Todo eso se elimina.

Las comisiones dictaminadoras se reunieron conforme a lo planeado. Y, efectivamente, existía un documento que sería presentado a sus integrantes para que fuera tomado como proyecto de dictamen. Sin embargo, los senadores del PRD denunciaron que el documento era producto del trabajo individual del senador Lozano y no de un acuerdo entre las mesas directivas de las comisiones dictaminadoras. Por este motivo, consideraron que el reglamento del Senado había sido violado y exigieron reponer el proceso. Además, hicieron entrega de un documento alternativo para que fuera tomado en cuenta en la elaboración de un nuevo predictamen.

Después de poco más de 2 horas de discusión, las comisiones dictaminadoras acordaron dar por concluida esa reunión y convocar a una nueva, que se llevaría a cabo a las 17:00 horas y en la que solamente participarían los integrantes de las mesas directivas. El objetivo era determinar el procedimiento para generar el proyecto de dictamen. Las alternativas eran:

  1. Tomar el documento del senador Lozano como proyecto de dictamen
  2. Elegir el documento aportado por los senadores del PRD y convertirlo en proyecto de dictamen
  3. Elaborar un nuevo documento, formado por el del senador Lozano y el presentado por los senadores del PRD

La nueva reunión se llevó a cabo a puerta cerrada, a diferencia de la que le precedió que incluso fue transmitida por el Canal del Congreso. Al término de la misma, el senador Lozano informó en su cuenta de Twitter que su documento sería tomado como base para la elaboración del proyecto de dictamen, el cual será analizado, discutido y votado en una reunión que comenzará este jueves a las 18:00 horas.

El proyecto de dictamen

>En cuanto se conoció el resultado de la reunión, el borrador del proyecto de dictamen – es decir, el documento elaborado por el senador Lozano – fue publicado en el sitio del Senado. El documento propone eliminar la posibilidad de bloquear la señal de telecomunicaciones en concentraciones que fueran consideradas críticas para la seguridad nacional, algo que es positivo. Sin embargo, mantiene los riesgos para la privacidad de los usuarios de telecomunicaciones al mantener la geolocalización y el almacenamiento de datos personales sin controles judiciales.

Sobre todo, mantiene viva la posibilidad de bloquear y censurar contenidos en Internet, además de poner en riesgo la neutralidad de la red:

Artículo 145. Los concesionarios y autorizados que presten el servicio de acceso a Internet deberán sujetarse a los lineamientos de carácter general que al efecto expida el Instituto conforme a lo siguiente: I. Libre elección. Los usuarios de los servicios de acceso a Internet podrán acceder a cualquier contenido, aplicación o servicio ofrecido por los concesionarios o por los autorizados a comercializar, dentro del marco legal aplicable, sin limitar, degradar, restringir o discriminar el acceso a los mismos.Podrán bloquear el acceso a determinados contenidos, aplicaciones o servicios a petición expresa del usuario o, cuando medie orden de autoridad competente. No podrán limitar el derecho de los usuarios del servicio de acceso a Internet a incorporar o utilizar cualquier clase de instrumentos, dispositivos o aparatos que se conecten a su red, siempre y cuando éstos se encuentren homologados; (…)

Artículo 146. Los concesionarios y los autorizados que presten el servicio de acceso a Internet podrán hacer ofertas diferenciadas según las necesidades de los segmentos de mercado y clientes, diferenciando entre niveles de capacidad, velocidad o calidad.

Como se puede ver, el documento insiste en revivir una iniciativa parecida que fue presentada hace un par de años por los entonces senadores Fernando Castro y Juan Bueno. En su momento, el repudio fue tan evidente que la propuesta fue retirada por Castro y Bueno.

Amenazar la neutralidad de la red es poner en riesgo el funcionamiento de Internet tal cual la conocemos y dar paso a una nueva red en la que imperen las ofertas económicas de los actores poderosos, eliminando la facilidad para innovar. Desafortunadamente, el panorama político ofrece señales inquietantes que permiten pronosticar pocos – o nulos – cambios en este y otros temas que merecen atención.

Link: Senado de la República

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