Dos casos particulares han abierto la lucha en contra de la larga distancia o del roaming en el mundo. Uno es el fin del roaming en Europa para finales de 2015, otra es el fin del roaming nacional en Telcel. Dos movimientos diferentes, pero que indican algo en el mercado de las telecomunicaciones: el fin de las llamadas.
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El fin de las llamadas, al menos de la forma en la que lo conocemos. Este es el problema, las llamadas son aun el principal negocio de las operadoras. Millones de personas se comunican vía móvil a móvil en todo el mundo y con cada más móviles en nuestras manos, más minutos consumidos. ¿Cómo puede ser este entonces el principio del fin?
Algo debemos aprender de los mensajes de texto. Las aplicaciones como WhatsApp, LINE o BBM han marcado el antes después de un negocio redondo para las operadoras, que en su gran mayoría cobran el mensaje de 140 caracteres a precio de oro. Las operadoras han perdido muchos millones al año por el uso de aplicaciones de mensajería. Incluso algunas operadoras intentaron entrar en este negocio, con catastróficos resultados.
Las operadoras aprendieron la lección, ahora hay paquetes de mensajes con las tarifas de contrato, simplemente por si acaso alguien las usa, que puede tratarse. Pero han entendido que los mensajes tiene futuro basándose en su tarifa de datos. Bien, las operadoras reaccionan con redes más veloces, precios más competitivos en datos y mejor cobertura. Lo próximo serán las llamadas.
El uso de redes móviles para llamadas son necesarias, pero las redes de datos están usándose cada vez más para el uso de redes VoIP, algo que aun algunas operadoras bloquean porque creen que es un uso indebido de sus redes, de su negocio. Se niegan a abrir sus redes al VoIP a no ser que, por ejemplo, pagues un extra.
(CC) jaeming / Flickr
El fin del roaming nacional o internacional
La eliminación de barreras políticas para cobrar de más en llamadas de teléfono es un síntoma más de que las llamadas son algo universal y que el estar en un mismo país o en una unión de países debe traducirse en sistemas de precios locales, en cualquier lugar que te encuentres.
Mientras las operadoras buscan la transición de redes móviles a convertir sus sistemas a VoIP, los usuarios, nosotros, usamos aplicaciones como Skype, FaceTime, Google Hanhgouts para comunicarnos. Usamos cada vez más datos, pagamos precios más altos por recibir servicios de más velocidad, está claro que queremos usar una tecnología y las operadoras, deben ofrecer el canal para poder usar lo que queremos. Es su trabajo, es su negocio.
¿Cuánto tardaremos en ver que las llamadas serán gratis? Las llamadas de fijo a fijo en muchos países son gratis. Incluso de fijo a móvil. ¿Por qué no de móvil a móvil o de móvil a fijo? El primer paso se ha dado: ofrecer paquetes de minutos para estos casos, como en su día los mensajes de texto. El siguiente paso será que sean gratuitas.
No es descabellado que una operadora pueda llegar a un acuerdo con otra de otro país para que sus usuarios tengan el mismo servicio sin cobro extra. De la misma forma que las grandes operadoras presentes en diferentes países pueden hacer estándar sus servicios, sin cobros extras mientras estés en una de sus redes.
¿De que vivirán las operadoras?
Uno de las equivocaciones más grandes que podemos encontrarnos en la opinión pública es una pregunta que es legítima, ¿de qué vivirán las operadoras? Bien, nadie da nada gratis, pero a las operadoras le estarás pagando mensualmente por acceder a una red, en este caso de datos. Sí, reducirá sus ganancias, pero existe un negocio detrás muy interesante que no muchas te están diciendo que hacen dinero con ella, el Big Data.
Las operadoras hacen dinero con el Big Data gracias a que pueden identificar los movimientos, los usos y las características de sus clientes “a gran escala”.
Claro que una operadora puede usar sus datos para saber que en cuando hay un partido de fútbol, la gente se dispersa de una forma en concreto, algo que puede ser vital para otras empresas, cobrando por esta información. Imagina las posibilidades para muchas empresas tener esta información, que sin identificar un cliente en concreto, si no grupos de ellos, pueden hacer dinero con ello.
De vuelta al mundo real, tenemos operadoras que aun siguen cobrando demasiado dinero por llamadas entre operadoras o entre clientes. Al mismo tiempo más millones de usuarios usando smartphones con acceso a sistemas gratuitos que permiten llamar de persona a persona.
Las operadoras no son buenas dando el primer paso, nunca lo han sido, espero que en este aspecto, puedan cambiar su rumbo.
Fotos (CC) jaeming, Garry Knight