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Estudian por qué ciertos robots hacen que uno se sienta incómodo

Científicos concluyen que la manera en que mira un robot es vital en el desarrollo de humanoides que interactúen con humanos.

En la búsqueda del robot humanoide adecuado para integrar las vidas de las personas, no basta que este sea capaz de realizar las actividades que se le piden, sino que también debe comportarse de tal manera, que la persona a la que sirven no se sienta incómoda o intimidada.

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Los científicos se han dado cuenta que este detalle resulta muy importante si se espera que los robots ingresen a nuestros hogares de manera natural, con la aceptación del público.

(cc) Universidad de Wisconsin-Madison

Para comprender la importancia de la mirada en los robots, se realizó un estudio al respecto con personas y luego con un robot.

El estudio “Aversión hacia la Mirada Conversacional de un Humanoide” fue realizado por Sean Andrist, Xiang Zhi Tan, Michael Gleicher y Bilge Mutlu, del Departamento de Ciencias de la Computación de la Universidad de Wisconsin-Madison. El estudio fue presentado en la Conferencia de Interacción Humano Robot el 04 de marzo 2014.

De este estudio, Sean Andrist concluye que los robots no deberían mirar constantemente a su interlocutor. El robot debe mirar hacia otro lado por momentos. El contacto con los ojos proporciona una base para la comunicación social humana, pero existe un punto óptimo en la cantidad de tiempo que pasamos mirando a los ojos de nuestro interlocutor.

En una conversación, los seres humanos no nos miramos el uno al otro el 100% del tiempo, dice Andrist. Así pues, si tuviéramos que interactuar con un robot y este no dejara de mirarnos fijamente a los ojos, nos sentiríamos incómodos o amenazados, como cuenta Angélica Lim, periodista americana que trabajó en el mundo de la robótica por varios años, y que tuvo contacto con un robot humanoide llamado REEM:

“Aquel robot REEM no dejaba de mirarme. Sentía como si me observará fijamente con un láser que apuntaba directamente a mi alma.”

Para corroborar los resultados del estudio, se utilizó un robot Nao, un robot especializado en la interacción oral con humanos. Con la ayuda del dispositivo Kinect, el robot podía seguir la mirada de su interlocutor. Se le programó para que mire o desvíe la mirada, hacia arriba o hacia abajo, a la manera de un humano, según los resultados del estudio.

(cc) Aldebaran Robotics

El resultado no fue muy concluyente debido a que Nao no es de por sí un robot de aspecto intimidante, y su mirada no es muy expresiva. Tendría que utilizarse ahora otro robot con mayor capacidad gestual en el rostro y los ojos, además de poseer habilidades de interacción oral. Probablemente esa será la siguiente etapa del estudio.

Link: Spectrum.ieee.org

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