Una empresa llamada Rambus creó un pequeñísimo sensor de imagen que no utiliza lente alguno, y que al revés de sensor de imagen sin lentes de Bell Labs, su costo de manufactura es significativamente menor.
El problema con los lentes es que solo es posible reducir su tamaño hasta cierto punto, pues luego es muy difícil trabajar en la curvatura exacta que necesita tener. Sin embargo, el sensor de Rambus funciona detectando la luz que pasa a través de su superficie, y luego reconstruye la imagen con la ayuda de un computador.
La imagen superior es un ejemplo de la calidad de imagen obtenida con el sensor. Se entiende que no es perfecto, pero es sorprendente debido a su reducido tamaño: Solo 200 micrómetros de diámetro, aproximadamente el tamaño de la punta de un lápiz.
Según los responsables del proyecto, “nuestra meta es añadir ojos a cualquier dispositivo electrónico, sea del tamaño que sea“, pues tienen la visión de implementarlo en sistemas de seguridad, dispositivos de tecnología vestible, juguetes, etcétera.
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