Nuestra primera experiencia con el sensor vestible de Sony fue rara, pero no por eso fue menos intrigante. Es que no sabemos muy bien qué cosas hará en el futuro cercano, y tampoco sabemos a ciencia cierta qué es lo que puede hacer ahora mismo. Sólo sabemos que marcará el camino que seguirán sus dispositivos vestibles desde hoy hasta — al menos — el próximo año.
Se trata del Sony Core, un pequeño sensor que puede ser usado en distintas situaciones y que servirá para ir llevando un registro de tu vida en múltiples dimensiones. Suena sencillo, pero hay mucho más debajo de esas palabras.
La apuesta es fuerte considerando la gran cantidad de dispositivos que apuntarán — en cierto modo — a hacer lo mismo durante 2014, lo que muestra la vocación de la industria móvil por ayudarnos a tomar conciencia de nuestros hábitos y la importancia de adoptar otros más saludables, pero la vuelta que Sony está dándose para entregar una experiencia algo más integrada al día a día que sólo a contarte cuántos pasos diste y cuántas calorías consumiste.
A Primera Vista el Sony Core es todo lo que podrías imaginarte. Es un aparato ligeramente más grande que un pulgar, es delgado y tiene una curva. Nada especial por fuera… Pero la verdad es que el Core no está hecho para ser un dispositivo que se luzca, pues su idea es integrarlo a otros aparatos de forma más discreta, entregando el soporte requerido para que cumpla con la visión de una marca involucrada en la vida — casi bajo la piel — de sus usuarios que la japonesa tiene para 2014.
El aparato se carga vía Micro USB y no tiene pantalla integrada pues usa la de otros equipos para mostrar la información que necesitas ver. Eso debería reducir su precio de venta y hacer menos compleja su integración a distintas cosas.
En esta primera prueba de concepto el equipo va embutido en una banda a instalar en la muñeca. Esta pulsera hace un guiño a todos esos dispositivos que han sido lanzados explorando este formato durante CES 2014, pero con la flexibilidad de poder usar ese sensor en otros formatos y reconvertirse a voluntad del usuario según se requiera. Una forma muy inteligente de darle la opción a cualquiera para integrar un sensor de estas caracteríticas en su vida, y de paso vender más accesorios.
Lamentablemente no pudimos probar su uso en condiciones reales porque la aplicación que le da sentido a este pequeño trocito de hardware no estaba instalada en los teléfonos que teníamos a disposición para probar. Una pena, pero seguro que dentro de poco tendremos más información.
Lo que sí sabemos es que vienen al menos cuatro nuevas implementaciones de Core en los próximos meses de la mano de Sony, lo que comenzará a aclarar el potencial que este aparato tendrá. Da para pensar en la integración en un nuevo SmartWatch, en un algún puñado de smartphones de nueva generación, e incluso en el trabajo conjunto de un sensor así con aparatos como la Action Cam de la japonesa. Las posibilidades son muchas si pensamos en usos tentativos.
Su precio tampoco debería ser muy elevado, y su distribución será global. Los días pasarán rápido hasta que sepamos más del Core en Barcelona, todo durante Mobile World Congress.