Mientras en Noruega se digitalizarán todos los libros y se dará acceso gratis a todos los noruegos, en Reino Unido se decidió crear un archivo de Internet, sin acceso desde Internet. Esto, gracias a las asociaciones editoriales de ese país, preocupadas por el copyright.
El archivo se discutió durante una década entre las editoriales y la Biblioteca Británica. Las regulaciones para que la biblioteca pudiera hacer una copia de cada sitio web británico no fueron aprobadas hasta abril de este año, 20 años después de que comenzó a operar la World Wide Web, y 10 años después de que el parlamento británico aprobara la idea de crear el archivo.
La demora y obstruccionismo de las editoriales ha provocado en el intertanto que millones de páginas antiguas simplemente desaparecieran para siempre sin respaldo.
Lo más impresionante es que solo podrán acceder al archivo quienes puedan obtener un pase de lector en una de las seis bibliotecas académicas más grandes de Reino Unido, quienes luego podrán ir de a uno a un terminal especial ubicado en la propia biblioteca. ¿Ideal para promover la cultura?
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