Transporte

Mercedes-Benz Clase S, el gadget definitivo [A Primera Vista]

La alemana nos llevó en un viaje en el tiempo y conocimos el futuro de la industria automotriz. Esto es lo que pensamos de lo que vimos.

Muchas veces, cuando pensamos sobre tecnología, nuestra mente se va directamente a vitrinas enormes llenas de smartphones, computadoras y miles de pequeños dispositivos con particularidades que los hacen muy atractivos. Un sinfín de funciones, múltiples personalizaciones y — sobre todo — una variedad enorme de donde elegir.

Pero esto también nos provoca un problema. La innovación se mimetiza y desaparece entre los productos que los fabricantes nos van entregando año a año, y al poco tiempo dejan de apelar a nuestra sorpresa para integrarse de forma insípida a nuestras vidas, como si estuviéramos esperando que 12 meses después la marca presente una evolución que nos cree la necesidad de ir y comprar la nueva versión, y así reencantarnos por algún tiempo más… Al menos hasta que nos cansemos de presionar todos los botones que trae.

La competencia por mostrarse como “innovador” la vemos en la computación de consumo, pasa con los televisores, pasa con nuestros móviles, y el mercado de los autos no es tan distinto.

Cada año, en cada salón del automóvil alrededor del mundo, todas las marcas aparecen gritando a los cuatro vientos que tienen una novedad que convierte a sus modelos en “los mejores de su clase”, incluso a sabiendas que esto no es así.

Pero como en cada industria, hay algunas ilustres excepciones que cada ciertos años dan un soplo de aire nuevo a instituciones que parecen pesadas e inamovibles. Y pareciera que hace algunos días tuvimos un encuentro cercano con uno de esos productos… Un auto creado “sin importar lo que cueste desarrollarlo”.

Se trata del Mercedes-Benz Clase S, una denominación que para muchos podrá significar poco o nada, pero es uno de los nombres clave durante la evolución del automóvil en las últimas décadas, todo de la mano de los aportes que ha entregado a la industria en cuanto a seguridad y adelantos tecnológicos.

Es que hay pocas familias de automóviles que pueden preciarse de haber introducido tantas novedades a la industria. Fue de los primeros autos en utilizar dirección servoasistida, suspensión independiente, bolsas de aire frontales y laterales, limpiaparabrisas asimétricos, ventanas eléctricas, control de tracción, cinturones con pre-tensores, climatizadores, controles de estabilidad y de frenada, luces de xenón, cámaras infrarrojas y muchas otras cosas que hoy en día vemos como parte del equipamiento de otros autos.

Esa tradición no se detiene, pues la versión 2014 está cargada de nuevos detalles que parecen ponerle adelante de toda su competencia en cuanto a funciones accesorias.

 

Comodidad y lujo, lo usual en un auto así

El nuevo buque insignia de la firma alemana, recientemente presentado en el Salón de Frankfurt, ha sufrido bastantes cambios en cuanto a prestaciones, seguridad y tecnología — además del lujo que queda a la vista — que lo hacen merecedor de estar, por lo menos, entre los mejores autos del mundo en la actualidad.

En cuanto a confort, Mercedes-Benz equipó el vehículo con interiores ejecutados en materiales de primer nivel, además de un sistema de climatización que entrega máxima comodidad a sus ocupantes. Llamado Thermotronic, el moderno sistema de climatización y ventilación con que cuenta el Clase S va más allá al integrar Air Balance, elemento ideado para otorgar suaves toques de aroma en el ambiente. Sí, puedes elegir entre 4 esencias distintas creadas especialmente para ser usadas en el auto.

Incluso hay versiones de este auto en las que se puede experimentar la mayor sensación de confort al pedirlo con butacas traseras que son verdaderos sillones reclinables — de cuero, claramente — para descansar como en un vuelo de primera clase. Y esto no es todo, porque cada puesto en el auto incluye un sistema de masajes de piedras calientes muy confortable, y hasta un frigobar por si quieres disfrutar de tu champaña mientras te llevan a algún lugar interesante.

 

Elementos tecnológicos a manos llenas

Por supuesto, a nivel de tecnología, el conjunto es muy generoso… Y por generoso quiero decir que está lleno de juguetes y cosas novedosas.

Para partir, hablemos de su tablero. En el lugar donde usualmente encontraríamos el panel de instrumentos tenemos una pantalla TFT con recubrimiento opaco de 12.3 pulgadas con una interfaz realmente llamativa que se adapta según sea la necesidad. Puede mostrar relojes, información, un mapa, una imagen infrarroja del camino que recorremos, la distancia que tenemos con el auto que nos antecede o incluso una serie de configuraciones que harán de esta pantalla algo fundamental en la experiencia de uso del auto.

Pero no es la única pantalla que veremos. Tenemos una segunda pantalla de 12.3 pulgadas a la derecha de la primera, y está destinada para el sistema de infotainment — información y entretenimiento — del vehículo. En ella podremos ver representaciones gráficas y muy didácticas de todas las configuraciones del auto, incluyendo el sistema de masajes (muy bueno, por cierto) o el apoyo lateral y lumbar de los asientos delanteros y traseros, la climatización, o el sistema de luz ambiental del auto que permite elegir entre un puñado de colores el acento que queremos dentro del vehículo, o la navegación satelital, la radio y una serie de elementos que ponen énfasis en la conveniencia del usuario.

¿Internet? Sí, el Clase S incluso tiene conexión a internet a través de tu smartphone.

De hecho, el auto cuenta con un sistema Bluetooth que permitirá emparejar dispositivos móviles para acceder así a la música en nuestro celular, la lista de contactos y los asistentes de voz. Todo manejable desde accesos directos en el volante del vehículo o desde la zona trasera del mismo si así lo deseáramos.

A propósito de asistentes de voz, el auto incorpora el propio, por lo que podrás pedirle con comandos sencillos que haga ciertas cosas como sintonizar la radio o activar el sistema de GPS y lo hará sin que tengas que navegar en menús para ejecutar esas funciones.

¿Sistema de sonido? Por supuesto, hay versiones de este auto que traen un sistema de sonido Burmester con 24 parlantes y una brutal potencia de 1540 watts RMS que por si solos podrían haber sido la base del servicio de masajes. Pero incluso el modelo más básico incluye “apenas” 13 parlantes de alto rendimiento.

 

Intelligent Drive, el paso previo a la conducción autónoma

Pero no se trata solamente de lujo y comodidad. Como en cada una de sus versiones, este vehículo tiene puesto el acento en la seguridad del conductor y sus acompañantes, y la tecnología del mismo impulsa estos conceptos.

Hablemos de sus sistemas de seguridad activa y pasiva. El vehículo posee 5 cámaras, 12 detectores ultrasónicos y 6 radares cubriendo los 360 grados del auto, los que permiten una conducción más inteligente. De hecho, ellos dan pie para una serie de servicios de seguridad y automatización de la conducción que permiten hacer más confortable y agradable la experiencia de manejo.

En algunos mercados, el Clase S incluso reconocerá, entenderá y advertirá al conductor sobre las señales de tránsito que vaya encontrando en la carretera, lo que ayudará a que el conjunto tome conciencia de las condiciones que enfrentará más adelante en la ruta y proponga acciones para pasarlas de la mejor manera posible.

El vehículo posee un sistema denominado Lane Assist. Pasados los 60 Km/h, las cámaras del auto comienzan a notar por dónde están circulando y advierten al conductor si su manejo se vuelve errático para que corrija su curso por medio de vibraciones en el volante. Si no se corrige la ruta, el auto tomará la iniciativa para hacerlo al frenar y moverse de forma autónoma dentro de la pista y así circular de forma segura.

Por si fuera poco, radares laterales avisan cuando un objeto está pasando por algún punto ciego de nuestro auto, poniendo una advertencia en el espejo. Si igualmente nos moviéramos a la zona ocupada por este objeto, el auto frenará y nos devolverá a nuestra pista evitando un accidente.

Esa misma capacidad de seguimiento de las lineas de conducción se integran con su sistema Distronic Plus, el que es una especie de control crucero inteligente que va regulando la distancia con el auto que va delante de nosotros, e incluso adelantando automáticamente a los vehículos que puedan atentar contra nuestro desplazamiento a la velocidad que programemos, funcionando hasta los 200 Km/h. Si se quiere, se puede configurar un bloqueo de adelantamiento por la derecha en mercados donde esa maniobra es ilegal.

Pero quizás uno de los elementos más importantes de esta evolución es Magic Body Control, un sistema que se vale de las cámaras, radades y sensores del auto para buscar las imperfecciones del camino y preparar la suspensión de aire integrada en el vehículo para copiarlas de la mejor manera posible y minimizar el impacto para los ocupantes del auto.

Acelerar — incluso en zonas urbanas — es algo fácil, pero frenar el auto de forma oportuna en condiciones de emergencia podría llegar a ser vital para evitar un accidente o minimizar los daños del mismo. Entendiendo esto, el sistema Pre-Safe del Clase S permite que sus sensores vayan examinando la ruta a distancias de 200, 60 y 30 metros hacia adelante para determinar cuándo accionar los frenos y así detener el vehículo totalmente si es que se circula a menos de 50 Km/h, mientras que a menos de 72 km/h ayuda a reducir la velocidad del impacto. En ambos casos, el sistema preparará a los pasajeros del automóvil regulando los asientos y los cinturones para absorber de forma efectiva el choque si es que fuera inevitable.

Pareciera que el Clase S es capaz de manejarse solo. Y la verdad es que así es… Este vehículo completó pruebas de manejo autónomo por las calles y carreteras de Alemania sin siquiera registrar un incidente. Por supuesto, lo que uno puede comprar con este auto no permite realizar esto, pero la promesa es hacer más segura y precisa la conducción de una manera poco obstructiva, sin dañar la experiencia de conducción ni interponerse en las decisiones del chofer.

 

Lo excelente no necesariamente es perfecto

Por supuesto, un auto así tiene algunos problemas. Primero, su sistema de infotainment es muy poderoso, pero al mismo tiempo operarlo puede ser un dolor de cabeza, sobre todo si lo usamos mientras manejamos. Para utilizarlo encontramos una perilla central que entrega una interfaz poco amigable con el usuario. Es una mejora en comparación con el modelo anterior, pero acá la alemana todavía queda al debe.

Los controles del volante tampoco son en extremo fáciles de usar considerando la cantidad de botones que posee. De hecho, el auto tiene tantos botones en las puertas y en otras zonas de su interior, que a poco andar te das cuenta de algunas funciones duplicadas que podrían abrumar o confundir al conductor al comienzo.

Tampoco es el Mercedes Benz más bonito de la historia. Sí, es muy tecnológico, pero peca de ser demasiado sobrio en su diseño exterior — incluso cayendo en lo simple — por lo que la recomendación sería agregar el kit AMG para darle ese carácter y presencia que parece perdido en el modelo base.

Luego está la indecisión… Es un auto lleno de lujos, comodidad y accesorios que no sabes si quieres disfrutar manejándolo, o siendo llevado por alguien más en él. 

Y por último — para todos los que no podemos pagarlo — está el problema más grande… El precio.

El Clase S llega a Latinoamérica en numerosas versiones, todas funcionando de acuerdo a la norma de emisiones EURO 6. Algunas de las más destacables cuentan al S350 BlueTec con motor V6 de 3 litros, 258 cv y caja 7-G Tronic Plus de 7 velocidades — conjunto más económico en consumo de combustible — tiene un costo de referencia de USD $125.000. El S500 equipado con motor V8 biturbo de 4.7 litros con 455 CV llega a un precio de USD $160.000. El S500L es la versión larga del anterior, e incorpora el mismo motor V8 biturbo de 4.7 litros con 455 CV por USD $185.000… Como referencia, tanto el S500 y el S500L llegan de 0 a 100 Km/h en 4.8 segundos, y eso que acá no mencionamos ni al S63 ni al S65 AMG, todos muy potentes.

En el caso de Chile, el concesionario Kaufmann asegura que — incluso previo a su llegada al país — ya tenían 40 unidades de esta vendidas y reservadas.

La denominación Clase S viene de “sonderklasse” o “Clase Especial” y llega a la historia de Mercedes-Benz en 1972 como explícito testimonio de un cambio de filosofía respecto de cómo se desarrollaban los autos hasta ese momento, intentando competir de igual a igual en un segmento donde pelea con otros grandes nombres por la preferencia de un público con perfil muy específico. Pero si quisiéramos ir a buscar su antepasado más antiguo, debemos remontarnos a 1951 y las limusinas fabricadas en la época.

Hoy, mientras muchos fabricantes pelean por integrar novedades tecnológicas en sus distintos segmentos, el Clase S parece haberlas integrado todas de una vez a un auto que históricamente ha sido un faro para la industria, y que en su nueva generación no decepciona a nivel técnico.

Un computador con ruedas. Una cabina de primera clase que no vuela, sino que va por la carretera. El mejor auto del mundo para muchos críticos que lo han alabado a nivel mundial.

Para mi es el gadget definitivo. El mejor compendio de artilugios y motorización para el geek tuerca que pueda comprarlo, que además se conecta con su usuario en tantos pequeños detalles que es inevitable sentir un apego especial hacia este vehículo, del que — probablemente — costará mucho aburrirse con el paso de los años.

Es que autos tan automatizados, tan tecnológicos, tan llenos de gadgets muchas veces se sienten distantes, ajenos, muy poco amables, y nos hacen pensar, ¿acaso ha sido demasiada tecnología? — No en este caso, entendiendo que el Clase S es más que un auto… Es una mirada al futuro del automóvil, tal como sus antecesores. De hecho, pudo haber sido presentado en dos o tres años, y sus avances nos llamarían la atención de igual manera.

Ese es el verdadero logro de la casa alemana que no sólo nos deja con ganas de poder probar todas estas funciones en terreno, pues también es inevitable divagar sobre lo que la próxima versión del Clase S podría llegar a traer. ¿Manejo autónomo por fin, nuevos elementos de seguridad o quizás algún elemento loco que todavía siquiera podamos imaginar?

Ojalá que al llegar lo haga con un diseño exterior que pueda apelar a nuestros sentidos de la misma manera en que su interior y sus funciones lo hacen hoy.

Catalina Morales trabajó en este reporte.

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