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Prem Watsa, el inversionista detrás de la compra de BlackBerry

El CEO de Fairfax Financial, la empresa que va a adquirir a BlackBerry, tiene un historial de éxitos invirtiendo en “causas perdidas”. Es amigo de Mike Lazaridis y está convencido del poder de la industria canadiense. Esta es la historia detrás de su decisión.

¿Cómo haces dinero saliendo de tu país con apenas USD $8 a tentar suerte? Quizás hoy no tendrás una respuesta a eso, pero la forma en que el CEO de Fairfax — la compañía que hoy está a punto de echar sus garras sobre BlackBerry — lo hizo es bastante interesante: Apuntando a causas perdidas.

Conocido como el “Warren Buffet” de Canadá, Prem Watsa es un inversionista serial que actualmente tiene acciones de múltiples compañías. Según sus reportes, en los últimos meses adquirió acciones de IBM, Cooper Tires, Johnson & Johnson, Level 3 y otras empresas, poniendo un 26,6% de su dinero en compañías tecnológicas, 20.7% en el área de la salud, un 15.3% en materiales básicos y poco más de un 10% en comunicaciones.

El valor total de sus inversiones en 41 empresas — incluyendo sus papeles en BlackBerry hasta antes del anuncio de compra — es de USD $2.484 millones según GuruFocus.

Watsa no es de conseguir resultados inmediatos con sus inversiones. Quizás por eso tenga tanto sentido que el mismo hombre detrás de la compra de capitales en Irlanda durante la última gran crisis en la zona Euro, más recientemente en Grecia, finalmente sea él quien termine impulsando la compra de una compañía que hoy en día innegablemente lucha por subsistir en sus distintas áreas de negocio.

“No puede llegar más abajo”, diría Watsa cuando compró el 35% del Banco de Irlanda en plena crisis. Hoy esas palabras suenan más fuerte que nunca en los pasillos de Fairfax en relación a su más reciente compra.

Hoy en día, con la adquisición de BlackBerry, Fairfax apunta a convertirla en una empresa privada que — en palabras del propio Watsa — ya sin las presiones impuestas por el mercado, “pueda entregar valor a sus accionistas mientras continúan ejecutando una estrategia de largo plazo con foco en la entrega de soluciones superiores y seguras para empresas a clientes de BlackBerry alrededor del mundo”.

Énfasis en lo de “Largo plazo”. Watsa ya el año pasado aseguraba que todos aquellos inversionistas que metieran dinero en la canadiense se verían decepcionados si buscaban retorno rápido de ganancias. “¿Acaso se recuperará en 3 meses, 6 meses, 9 meses? No (…) Pero si buscan retorno en 4 o 5 años, es muy factible. Nosotros hacemos inversiones con retornos pensados en 4 o 5 años”, explicitó.

Por si fuera poco, Watsa es amigo cercano de Mike Lazaridis, el co-fundandor de la compañía que fuera pionera en el mundo de los smartphones, y ambos concuerdan en que el valor creado por la compañía de Waterloo es importantísimo para la comunidad tecnológica local, y que des algo que debe ser preservado a toda costa. La compra de BlackBerry por parte de Fairfax apunta en esa dirección.

Una señal que fue interpretada por muchos analistas financieros como fundamental para predecir lo que hoy sería anunciado fue la salida de Watsa de la mesa directiva de BlackBerry. Perteneció a ella durante 2013 en pleno periodo de modificaciones impulsadas por Thorsten Heins, pero renunció en agosto a su posición en la empresa. Cuando esto sucedió, muchas personas aseguraron que lo hacía para no tener conflictos de interés a la hora de hacer una oferta por la compañía.

Durante una de sus últimas charlas a los accionistas de la compañía, Watsa identificó las ventajas que — a sus ojos — tenía la compañía para atraer inversiones, haciendo énfasis en la marca de sus servicios y dispositivos, el sistema de seguridad que sustenta, su enorme portafolio de patentes, su actual base de suscriptores a servicios como BBM y el uso que numerosos gobiernos le dan a sus plataformas.

De todas formas, Prem Watsa no es infalible y ha tenido sonados fracasos en cuanto a inversiones se refiere: El consorcio de medios canadiense Canwest cayó en la bancarrota incluso tras su intervención, la empresa de publicaciones Torstar — también canadiense — le significó numerosas pérdidas, y su inversión en Abitibi Bowater — una compañía de explotación de recursos forestales — también terminó dando un duro golpe en sus arcas.

¿Qué pasará con BlackBerry ahora que Fairfax tomará las riendas? No es difícil pensar en una salida del mercado de consumidores a poco andar, dejando el hardware como un “nicho” que la compañía podría explotar para favorecer la entrega de sus servicios de una forma controlada y más consistente. Sin embargo, la historia de problemas de la compañía está lejos de acabarse y, por lo pronto, la prioridad deberá estar en mantenerse sin deudas para así seguir manteniéndose saneada de cara a rearmarse y pensar en su posible resurgimiento.

De todos los nombres que surgieron en torno a BlackBerry, probablemente Watsa era el único que no acabará con el concepto de esta compañía como la conocemos, por lo que no hemos de esperar un cambio muy drástico en la estrategia que la compañía lleva hoy en día. Eso nos augura que la transición será dura y probablemente haya más despidos y más pérdidas en el corto plazo, pero si este gurú del mercado juega bien sus fichas, deja fuera a su amigo Lazaridis de la ecuación y reorganiza la empresa deshaciéndose de los vicios que la llevaron al caos, el futuro podría pasar de “nublado” a “parcial” en un tiempo no tan largo por Waterloo… Aunque el sentido común diga que esta compra fue una mala idea.

Hoy sólo queda sentarse a esperar.

Link: South China Morning Post

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