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Review Lenovo IdeaPad Yoga 13 [FW Labs]

Lenovo ha logrado crear un ultrabook muy delgado con un atractivo diseño minimalista y con unas características técnicas interesantes. Comprobamos de primera mano como se comporta Lenovo IdeaPad Yoga 13.

Lenovo se ha convertido en la empresa número uno de venta en portátiles. Una empresa china que hace varias décadas era una “importante desconocida” pero que poco a poco, con compras de empresas y adquisiciones como la famosa serie Thinkpad de IBM, convirtieron a Lenovo en una de las empresas más famosas en portátiles para profesionales.

Con la introducción del término Ultrabook por parte de Intel, Lenovo ha presentado varios modelos de portátiles ligeros, muy delgados y con unidades SSD. Esta combinación para intentar llegar a lo que Apple logró con el MacBook Air, abriendo una nueva gama de portátiles completamente nueva y que ha llevado para la empresa asiática a la creación del Lenovo IdeaPad Yoga 13, una de las obras maestras de Lenovo.

Técnicamente este Yoga 13 está pensado para el mercado de consumidores (no empresas). En general, el Lenovo Yoga 13 es uno de los mejores ultrabooks a la venta ahora mismo en tiendas, un portátil ligero, muy delgado, preparado para Windows 8 con pantalla táctil y que ofrece unas características que en unión, crea un ultrabook muy interesante.

Características

Procesador Intel Core i5-3317U de 1.7 GHz (dual-core)
Sistema Operativo Windows 8 Pro
RAM 8 GB a 1600 MHz
Gráfica Intel HD 4000
Pantalla 13.3 pulgadas IPS, 1600 x 900 píxeles
Conectividad Wi-Fi 802.11n, Bluetooth 4.0
Conectores 1xUSB 2.0, 1xUSB 3.0, HDMI, conexión auriculares, slot tarjetas SD
Webcam 1 megapíxel
Batería “8 horas”
Tamaño 333,4 x 224,8 x 16,9 mm
Peso 1,54 kg
Precio 1.740€ / MX$15,999 (precios orientativos)

Diseño

Hemos probado una unidad un tanto especial, la edición en color naranja, que la verdad, con el shock de encontrar un portátil naranja por primera vez, lo cierto es que hasta llega a agradar. No me entiendas mal, en portátiles se han intentado formas y colores de todo tipo para lograr vender y hacerse diferentes, pero la verdad es que Lenovo ha logrado crear un ultrabook con un look diferente gracias al color naranja y a un material de goma que recubre todo el portátil que lo hace suave y agradable al tacto, pero más importante, no se resbala en la mano.

Su diseño es minimalista y agradable, sin grandes detalles más que el logo en plateado de Lenovo en la tapa, en una esquina y en el que al ser tan delgado, apenas podemos ver las conexiones y el sistema de ventilación cuando está cerrado. Aquí está la belleza de este portátil, cuando está cerrado es un bello rectángulo, delgado y con un gran diseño.

Cuando lo abres te encuentras una buena pantalla de 13 pulgadas, un teclado muy similar al presente en muchos ThinkPad, o cuanto menos, basado en los suyos, un trackpad y poco más.

Una de las características que quizá más molestan de su diseño es que la pantalla se ve rodeada por un gran borde. Este borde está por una razón y es que cuando lo conviertes en una Tablet, así tienes una superficie donde apoyar tus manos y no tocar ningún elemento de la interfaz de Windows 8.

Cuatro modos

La sorpresa de este Yoga 13 está en las formas que puede tomar. Podemos abrirlo como un portátil normal, pero su pantalla táctil se puede girar hasta crear una especie de atril con la parte del teclado girado, hasta podemos ponerlo de pie en forma de V invertida para poder ver una película y finalmente, cerrarlo por completo para convertirlo en una gran Tablet.

De ahí el nombre Yoga, la posibilidad de girarse hasta límites insospechados, que inicialmente no se le encuentra una razón lógica, pero al final te das cuenta que dar la vuelta a la pantalla hasta un punto en el que el teclado esté en la parte inferior, es perfecto para convertirlo en una pantalla donde ver una película o cualquier vídeo, cuando está apoyado en una mesa. En este modo el teclado se desactiva automáticamente, aunque presiones teclas sin querer no reaccionarán.

Aunque parezca increíble, que este portátil se pueda girar hasta 180º podría hacernos pensar que sus bisagras tienen que pasarlo mal. Aquí Lenovo ha hecho un buen trabajo en el desarrollo de un sistema de bisagras que se nota muy sólido y duradero.

Teclado y trackpad

Lenovo ha dado al teclado de este Yoga 13 un estilo muy similar al típico teclado presente en los ThinkPad. Con diferencias, claro. La principal diferencia es que estas teclas, aunque del mismo tamaño y proporción, son más delgadas y más bajas a lo que puede ser un ThinkPad. Sin embargo no es algo que moleste.

A la hora de escribir, la pulsación – aunque corta – es cómoda, no mucho más diferente de lo que te encontrarás en cualquier otro ultrabook similar.

Los números F se cambian por teclas de funciones ya predefinidas, como el control de volumen, brillo de la pantalla y teclas para Windows 8 como cambiar la configuración de salida de vídeo, el modo vuelo, buscar, cerrar documento o cambiar de aplicación.

Por alguna razón, Lenovo ha decidido estropear la experiencia de uso con este trackpad. Es grande y eso se algo que se agradece, así tienes más espacio para moverte y ajustar la sensibilidad del movimiento, pero la sensación general es la de mala calidad.

En algunos momentos, el trackpad se vuelve algo loco y puedes estar moviéndote por el centro de la pantalla que de pronto te lo encuentras en la parte superior, como si la sensibilidad aumentase de pronto. Es bastante incómodo el click al pulsar en alguno de los lados del trackpad para hacer click izquiero o derecho, y aunque esto es generalizado en este tipo de trackpads, la parte superior es prácticamente imposible de pulsar para hacer click a no ser que lo hagas con una leve pulsación.

Se siente un trackpad a medio terminar, algo que se podría mejorar muchísimo con alguna actualización de software, pero que no termina de convencerme.

Pantalla

Dispone de una pantalla de 13,3 pulgadas, pero que con el borde extra que tiene para formato tablet, parece algo más grande. Pero se nota de inmediato la calidad de la imagen, con un panel IPS y una resolución de 1600 x 900 píxeles.

Tiene buena visibilidad en diferentes ángulos (recuerda que se puede convertir en tablet), una buena respuesta táctil y en Windows 8, en el modo de escritorio tradicional, no encontramos problemas de raras resoluciones, que por otro lado se arreglan en Windows 8.1.

Como en cualquier tipo de portátil donde se use una pantalla táctil, intento comprender la forma de uso normal que se puede tener al usar ambos sistemas de interactuar, la pantalla y el teclado. Aunque cada persona usa sus dispositivos como le venga en gana, no paro de intentar hacer un uso “medio” de lo que podría hacer alguien con un portátil como este. Encuentro útil que, por ejemplo, mientras estás navegando por internet puedas acercar tu mano a la pantalla y hacer zoom con un simple gesto, o incluso hacer scroll, pero no hay otro gran motivo por el que usar tus dedos mientras lo tienes en “formato portátil”.

Esto cambia por completo cuando giras la pantalla y el teclado y trackpad están ocultos. Pantalla táctil y teclado+trackpad en un dispositivo como este sí, pero si no se convirtiera en Tablet, dudo de la usabilidad de la pantalla táctil, por mucho que Microsoft esté intentando popularizar las pantallas táctiles en todo tipo de dispositivos.

Siento no poder olvidarme de lo que quizá se convierta en lo más espantoso del mundo de los dispositivos híbridos, las huellas y la suciedad en la pantalla. Al tocar la pantalla estás dejando tu impresión y esto es algo espantoso de ver cada vez que apagas la pantalla o que hasta es incómodo de ver cuando estás escribiendo con el teclado. Las huellas están ahí, presentes, recordándote lo sucias que están tus manos y que no puedes hacer nada contra ello.

Experiencia de uso

El Yoga 13 es un portátil ligero y delgado, pero sobre todo es fácil de transportar, algo importante a la hora de elegir un ultrabook.

El modelo que hemos probado lleva un procesador Core i5 y la verdad es que se termina calentando bastante en la zona inferior cuando estás un buen rato trabajando o cuando empiezas a ver vídeos. El sistema de ventilación, aunque hace ruido, no es un ruido exagerado, algo que casi podríamos entender porque estamos haciendo que se caliente el procesador y se necesita enfriar unos grados, pero aun así, es algo que hoy en día podríamos considerar molesto, sobre todo cuando estás en un ambiente de silencio.

El formato de Yoga 13 en el que puedes cambiar de portátil a modo atril y a modo Tablet es algo que personalmente no me convencía, sobre todo porque suelo viajar con un portátil y una Tablet, que es el dispositivo que más acabo usando. Me llevé este Lenovo a un par de viajes por Europa en vez de llevar una Tablet y un portátil o tan solo una Tablet, para comprobar si el formato híbrido es de verdad usable.

El formato Tablet lo encuentro especialmente incómodo cuando estás en una cabina de avión, la pantalla es demasiado grande, igual cuando viajas en un autobús. Cuando estás en una situación más relajada como en un asiento de Business, en un taxi o en un coche donde tienes más espacio para ti, la pantalla no incomoda tanto. Me encuentro que al poco rato de estar en formato Tablet, lo cambio al modo atril en el que sigo usando mis manos para navegar por Windows 8, pero sobre mis piernas o en una mesa.

En cuanto a conexiones, encontramos dos puertos USB 3.0, salida de vídeo HDMI, conexión para auriculares y un puerto para conectar tarjetas SD. El único punto negativo de su conectividad es que para meter una tarjeta SD en este puerto tienes que apretar tanto que es casi imposible, a no ser que se empuje con otra tarjeta o con alguna herramienta que tengas cerca, incluso el mismo protector del slot sirve. Es un sistema bastante incómodo porque tiene un mecanismo que asegura la tarjeta SD. Si quieres insertar una tarjeta SD rápida y de gran capacidad para que sirva como almacenamiento extra, es una buena opción.

Rendimiento

Es un ultrabook, y estos equipos por muy buenos que sean para llevártelos a cualquier lado sin que sean un estorbo no funcionan como equipos de alto rendimiento. Es cierto que puedes hacer tareas como la edición de vídeo, renderizar o incluso jugar con este equipo, pero el resultado puede ser en su gran mayoría algo poco satisfactorio. Con un procesador Intel Core i5-3317U dual-core a 1.7GHz es capaz de hacer prácticamente cualquier función “normal” que puedas pensar, más con sus 8 GB de memoria RAM, los cuales se notan. No podemos olvidarnos de la unidad SSD.

Geekbench 3119
Cinebench OpenGL 9.39 fps
Cinebench CPU 1.74fps
3DMARK P575
Windows Experience 3,6

En cuanto a la velocidad de su memoria SSD, sin sorpresas, CrystalDiskMark nos da un buen resultado de lectura y escritura.

Batería

Lenovo dice que con la batería de este ultrabook se consiguen ocho horas de uso seguidas. Evidentemente estas mediciones siempre son a forma de ejemplo con un uso normal. Cada usuario tiene una forma de comportarse con un portátil y un uso propio. He usado este portátil durante días como máquina principal y yo soy de los que lo usan sin parar durante horas. Hablo de edición de vídeo con Adobe Premiere, edición de fotografías con Adobe Photoshop, muchísima navegación web y reproducción de vídeos usando Flash.

De las ocho horas que Lenovo dice dar, yo he logrado llegar a las 5 horas sin necesitar conectarme a la toma de corriente con mi forma de uso. Durante mis pruebas lo que no he podido probar es con uso de batería añadir a la tanda de uso los juegos, por lo que si añades juegos a esta medición, seguramente tendrás bastantes minutos menos.

Por suerte, Lenovo ha pensado algo bastante interesante para un portátil tan ligero como este. En vez de tener que llevarte a todos lados tu adaptador de corriente para enchufar el portátil a la electricidad, lo que Lenovo ha hecho es poner dos cargadores, uno tradicional bastante grande, pero uno mucho más compacto que no supera mucho más el tamaño de una caja de plástico de un DVD.

Conclusión

Lenovo da un ejemplo de como debería hacerse un ultrabook. No tiene el mejor de los diseños, creo que aquí Samsung y Apple han logrado un mejor acabado, pero es muy destacable los pasos agigantados que ha hecho Lenovo para mejorar la calidad de sus portátiles de consumo. El Lenovo IdeaPad Yoga 13 es como debería ser un ultrabook de gama media, ligero, fácil de transportar, relativamente potente. Perfecto para trabajar o divertirse en cualquier momento.

Es evidente que hay que hacer algunos cambios para mejorarlo, no nos olvidamos de la mala calidad del trackpad o de por ejemplo el slot de tarjetas SD de tan difícil acceso. Pero este IdeaPad Yoga 13 es un equipo competitivo para los que quieren un dispositivo para trabajar, para estudiar y para todas tus tareas multimedia, incluso para los que quieren que sea su único equipo en la familia.

Lo imperdible

  1. Gran diseño y acabados generaless.
  2. Ligero y delgado.
  3. Muy buen teclado.
  4. Convertible en diferentes formatos.

Lo impresentable

  1. Pobre calidad gráfica para juegos.
  2. Trackpad con mala respuesta.
  3. La pantalla tiene poca resistencia oleofóbica.
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