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Netflix inicia el cambio de la televisión

Se habla mucho del cambio de la televisión que se está produciendo, pero poco de los verdaderos retos a los que se enfrentan. Netflix ha logrado en pocos años hacerse un hueco en lo más alto del cine y de la producción de series con nominaciones a premios Emmy.

Netflix llegó al mercado estadounidense creando un sistema que para la época era perfecto. Enviaban DVDs de películas mediante correo postal a tu casa: Por la mañana pedías la película y al día siguiente la tenías en tu buzón. Pagabas una suscripción que te daba todos los DVD que podías consumir y evidentemente, ante la facilidad a la que tenías alcance a películas, ya no era necesario pasar horas descargando y teniendo que navegar por miles de páginas de dudosa reputación y seguridad.

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Pero Netflix se reinventó para salir de los discos físicos y logró hacer algo en unos pocos meses que hasta el momento nadie había conseguido: cambiar por completo el mercado de internet de consumo de películas al lanzar su plataforma de vídeo en streaming. En unos pocos meses lograron convertirse en una de las páginas de EE.UU. que más ancho de banda gastaban por el streaming de vídeo. De ahí las películas en HD, aplicaciones en móviles, aplicaciones en set-top box. Netflix ha cambiado la forma de consumir contenidos en vídeo para muchas personas, pero aun seguían en un mercado dominado por las distribuidoras y productoras.

Hoy en día se habla mucho de la transformación de la televisión, de un medio que en pocos años ha tenido que renovarse, acercarse más al público, abrirse a redes sociales, intentar captar la atención de personas que ahora, gracias a internet tienen tantas posibilidades de entretenimiento o de información que la competencia es brutal.

¿El futuro de la televisión es social? ¿El futuro de la televisión son cadenas más pequeñas y enfocadas a un tema? ¿El futuro de la televisión pasa por pasar al PC y al móvil? ¿El futuro de la televisión cuál es?

Solo podemos hacernos preguntas, la realidad es que este medio es imposible de predecir, solo podemos comprobar como algunas cadenas de TV se condenan poco a poco al olvido mientras que surgen nuevas formas de consumir televisión, y pese a muchos, esta no pasa por quedarse esperando en el sofá a que un programa empiece, pasa por sentarse en el sillón, en tu sofá delante de tu televisor, o sentarse delante de tu PC, smartphone o tablet y elegir el contenido que quieres ver.

Los resultados económicos de Netflix, presentados esta misma semana demuestran que Netflix se ha comido, como sin querer, a todas las grandes productoras y medios que ofrecen sistemas similares. Netflix tiene 29,9 millones de usuarios, sólo en EE.UU. Casi 8 millones de usuarios en países de Latinoamérica, más Reino Unido, Irlanda, Suecia, Dinamarca, Finlandia y Holanda. Tan solo en el último trimestre 630.000 suscriptores se sumaron en EE.UU. y 610.000 suscriptores en los otros países donde están activos.

Aun con estas cifras, las acciones de Netflix cayeron porque son números más bajos de lo esperado. Netflix ganóUSD$29,5 millones durante este último trimestre, más de USD$23 millones extra a lo que logró el año pasado.

Los números de Netflix son un ejemplo de como una serie de buenas ideas han tenido un efecto positivo para atraer a más gente dispuesta a pagar por acceso a películas y series desde cualquier dispositivo a su alcance, quizá una de sus mejores decisiones, que Netflix esté disponible para móviles, PC, tablets, videoconsolas o set-top box.

Estrategia de contenido propio

Si hablamos del futuro de la televisión, evidentemente tenemos que hablar de crear contenido propio.

La producción de una serie o de una película es algo complejo, pero sobre todo es algo muy caro. Por eso existen muchos expertos que siempre han dudado de la estrategia de Netflix cuando se aventuraron a anunciar que se además de mandar DVD, dar vídeo en streaming, también harán el papel de productores.

Los cálculos de si una película ha sido rentable se hacen sobre todo en las semanas que está disponible en cines, además de las ganancias a largo plazo por la venta de DVD y Blu-ray, además de las licencias por emitirlas en televisión y en plataformas online. Digamos que se puede hacer un recorrido fácil de las cuentas para saber si una película ha logrado ser un éxito de negocio. En el mundo de la televisión con las series, es algo más complicado porque primero se necesita una productora y una cadena que lo emita, donde genera ingresos por la publicidad que se emite previa, durante y después de cada capítulo.

Parecen cuentas claras, ¿verdad? Ahora imagina el modelo de Netflix, donde deciden lanzar todos los episodios un mismo día. Todo el modelo anterior se viene abajo. Pero al contrario que las cadenas de televisión, Netflix conoce mucho mejor los números de sus suscriptores, quién ve qué, cuándo lo ve, incluso el tipo de contenido que le gusta ver.

House of Cards es la serie que ha abierto Netflix a una audiencia que está pagando por contenido, no por tener un número indefinido de canales en el que con suerte, en algún momento podrás ver algo que te interese. La excelente interpretación de Kevin Spacey y Robin Wright en este drama político les ha conseguido una nominación a los premios Emmy, entre el total de 14 nominaciones que Netflix ha logrado en sus series para estos premios.

Con series como House of Cards o la rescatada Arrested Development, Netflix hace una apuesta por buen contenido, calidad y no de cualquier forma, apostando en estrellas, en grandes guiones, en buenas series que la gente quiere ver.

¿Es posible mantener el nivel de series en una televisión online?

Idealmente, nuestra fantasía sería poder pagar una cantidad de dinero mensual a un servicio o varios servicios para poder ver todas las series y películas que queramos. Idealmente, pero es más una idea a muy largo plazo. El nivel de producción de series en EE.UU. es muy alto, sobre todo porque existe el propio mercado estadounidense donde existen muchos millones de personas dispuesta a sentarse a una determinada hora y un determinado día para ver una serie.

Estas personas están pagando por un servicio de cable además de consumir la publicidad que está viendo en las pausas. Existe una especie de “movimiento” llamado cable-cutters en EE.UU. que es una fuente de preocupación para las productoras y las cadenas de TV. Son personas, sobre todo muchos jóvenes que simplemente no tienen cable contratado o que lo tenían contratado, pero ahora lo han cancelado porque con sistemas como Netflix es mucho más sencillo.

Pero es una ilusión, por lo menos por ahora. Me gustaron mucho tres artículos al respecto de Ben Thompson en el que empieza con un “The Cord-Cutting fantasy“, en la que por los números, se defiende que por ahora las tasas que las cadenas cosechan por las cadenas afiliadas y por publicidad es la única forma de mantenerse.

Piénsalo de otra forma, ¿hubiésemos tenido la serie de Game Of Thrones que emite HBO si no fuese porque las personas que pagan por este canal consumen un contenido especialmente cuidado? Quizá el problema está en que por ahora la mentalidad de las producciones se mantiene en emitir y rentabilizar las series en un solo país, después exportarlo mediante licencias de emisión. Sin embargo, si Netflix ha cambiado algo es esto, existe gente por todo el mundo capaz de pagar hasta USD$50 mensuales por tener el contenido que tiene HBO, siempre que se permita ver desde cualquier dispositivo y sin importar el país de residencia.

La realidad es que sería imposible mantener el nivel de producciones porque existe mucha serie sin importancia e irrelevante que para muchos simplemente rellenan espacios entre otros shows.

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