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Nuevas plataformas siempre en línea y adiós a los juegos usados. No, gracias – NB Opinión

Y ayer se dio fin a los rumores. Después de un silencio que rayó en lo agónico -acompañado de declaraciones laterales que no hacían más que nublar aún más el panorama-, Microsoft informó en detalle de las políticas de uso de su próxima plataforma, la Xbox One.

Los rumores se hicieron realidad: el equipo se debe conectar al menos cada 24 horas a internet para que los juegos funcionen (sin importar si los juegos son individuales o multijugador), los títulos estarán disponibles en formato de descarga digital desde el día uno y el formato físico -en su concepto más amplio y tradicional- dice adiós.

Internet hizo tácito su descontento con una fuerza sin precedentes, digna de un movimiento social o de una postura pseudo-mundial aunada. Hay quienes no tienen problemas en aceptar y cumplir con lo que requerirá la Xbox One a nivel de software (y en ello, no hay pecado alguno) porque el problema es de las empresas, de los desarrolladores y sus políticas de negocio, problemas que en un futuro cercano endosarán derechamente a los jugadores.

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Adiós a los juegos usados como los conocemos

El uso de videojuegos en la Xbox One exige concesiones que no todos los usuarios tradicionales (entiéndase jugadores de años) están dispuesto a dar. Cosas tan sencillas como llevar un juego a la casa de un amigo, prestar un disco, compartir algo que compraste -y en teoría, es tuyo- queda completamente en el pasado. Se podrá realizar, pero en los términos dictados por Microsoft: para vender un juego, debes hacerlo a alguien que se encuentre en tu lista de contactos en Xbox Live por al menos un mes y sólo una vez. No es apocalíptico, pero pide mucho de parte del usuario y sus beneficios reales y de peso yo, al menos como jugador y «dueño» de mi copia, no los veo.

Aunque suene exagerado, esta visión explicada ayer por MS viene a tratar de cambiar lo que conocemos como compra de formato físico. Según esto, lo que hará MS se acerca más a una tutela, a una suerte de concesión de un software (juego) por un periodo indeterminado de tiempo y cumpliendo ciertas condiciones, como reportarse cada 24 horas vía internet. Entiendo que estas medidas buscan frenar de una vez por todas el flagelo de la piratería -y claramente decirle adiós al formato físico- pero en vista de las implicancias, creo que pretende acabar con el mercado de la segunda mano como lo conocemos.

Para mí, el problema no está en el uso de internet en una consola… pero eso -según creo- se debe hacer desde el incentivo, desde el «ven, conéctate, estás perdiendo todos estos increíbles servicios, funciones, beneficios, etcétera». Me parece mejor llamar al usuario, conquistarlo ya que obligarlo, exigirle cosas y forzarlo es entrar en un juego muy peligroso que puede generar un fuerte rechazo y muy mala prensa. Bien lo sabe Microsoft a estas alturas.

Todas las medidas para atajar el uso de los juegos usados y evitar la piratería perfectamente podrían ser vistos como burocracia que estorba a quienes sí quieren jugar sus títulos originales, a los usuarios que sí desean disfrutar de ‘X’ experiencia, la hayan adquirido en formato físico o digital. Si el juicio final de una consola termina incluyendo muchas exigencias, puede terminar coartando la diversión, el principal motivo por el cual se compra una consola. Ni hablar de las consecuencias que vivirán las tiendas pequeñas ni el mercado minorista.

Factor ausente: Opciones

Tengo la fortuna de contar con dos plataformas en casa: una Xbox 360 (mía) y una PlayStation 3 (de mi hermano). Cada vez que las enciendo las conecto a internet pero porque puedo, porque YO así lo elegí, porque puedo pagar una buena conexión a internet (de hecho, piensen cuantos de ustedes están completamente satisfechos con ella). Me tranquiliza -como usuario- saber que si se corta internet, puedo seguir disfrutando de parte importante de mi copia. Me explico: no porque alguien pueda pagar USD $200 por una pequeña golosina, significa que está dispuesto a comprarla; ese individuo puede cumplir, pero eso no quiere decir que automáticamente desea acceder a ello.

No será posible  elegir; o se juega en sus términos -que frenan varias libertades importantes- o nada. Será obligatorio estar siempre con internet a la mano, porque ellos decidieron que DEBE ser así, pero hay que poner una cuota de memoria en esto. La nube ha avanzado muchísimo pero cuando falla algo se nota; se cae Twitter, se cae Facebook, se caen los servidores en los cuales muchos sitios están alojados. Perfectamente se cae Xbox Live por una falla técnica seria o incluso días tras ataques informáticos a la PSN y tu consola no hará mucho, gracias.

Hemos visto una y otra vez como han fallado los códigos de Online Pass al verificarse de manera masiva, como los servidores de un juego popular -como Call of Duty o SimCity- han colapsado a decir basta, como validaciones en línea simplemente quedan en cero. Y ahora piden que las consolas vivan conectadas a la red por obligación, confiando en un redimiento de redes pseudo-perfecto. Perdón, pero no creo que estemos ahí aún y mejor, no veo porque para los usuarios esto deba ser obligatorio.

No hay mejor presente que el presente

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Estoy feliz con mis plataformas hoy. Hay cosas que no comparto (como el uso de los contenidos descargables, los precios de los juegos digitales en consola, varias cosas de PSN y especialmente de Xbox Live) pero caen más en lo opcional que en lo obligatorio. Me perderé de cosas por no contar con una consola de la nueva generación, pero como jugador y usuario estaré tranquilo y feliz un buen rato.

Mientras el escenario no cambie, me quedaré aquí esperando mientras disfruto de la generación actual. Además de los grandes juegos ya disponibles, Metal Gear Solid V luce increíble, Castlevania: Lords of Shadow 2 me dejó impresionado y títulos como Call of Duty: Ghosts, Battlefield 4, Assassin’s Creed IV y tantos otros también harán gala en las plataformas actuales. Viviré experiencias más limitadas (en cuanto a aspectos técnicos y al aparatado en línea) pero tendré la opción de comprarlos y jugarlos igual, en términos que sí apruebo y por ahora no deseo complicarme y disfrutar de lo que tengo a mano. De hecho creo que Bioshock Infinite, Tomb Raider y The Last of Us son una excelente prueba que la presente generación aún tiene cuerda, que vive su madurez a plenitud y que entrega más allá del hardware.

A pesar de todo, hay una opción: no comprar lo que no apruebas. Pero esta vez -después de ver tanto ruido en las redes sociales y en sitios especializados locales y extranjeros- si realmente están enojados con esto, simple: cumplan su palabra si están disconformes. No apoyen a productos que no los llenan como usuarios. No hay dobles posturas, no sirve maldecir por Twitter para luego comprar. Hablen con sus compras.

Hay voceros de grandes empresas argumentando que quienes se quejan «están pegados en el pasado» o «no entienden el futuro»… y caen en un profundo error. Como usuarios entendemos su sistema y una importante parte de los jugadores tradicionales no lo compartimos ni un carajo. Si les agrada este futuro que propone Microsoft (e incluso Sony y/o las editoras, ojo ahí) por favor compren, disfruten y sáquenle el jugo a la naciente generación. De verdad, disfruten a destajo. Nadie puede prohibirles eso. Caso contrario, hagan valer su postura.

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Al tratar de cambiar el paradigma del mercado (y ojo, por lo visto los videojugadores tradicionales no somos el único grupo objetivo principal de la Xbox One), Microsoft inició una discusión cuyo techo aún no se alcanza ni a divisar, al punto que no sólo los afecta a ellos (MS) sino que a toda la industria. Peor aún: nada asegura que Sony no vaya a hacer exactamente lo mismo, sólo que lo ha hecho con mayor tino, usando el silencio y dejando que todo el odio web lo reciba la Xbox One. Probablemente por esta relación espejo que hay entre plataformas, la PS4 cuente con medidas similares, pero con un mejor manejo de la semántica, algo como «nosotros estamos a favor de los juegos usados, del formato físico y el mercado tradicional sin exigir internet… pero eso será decisión de cada publisher y desarrollador». Ese capítulo se comienza a escribir y revelar este mismo lunes.

No todo el mundo tiene internet. No todo el mundo puede conectarse a la red todos los días. No todo el mundo puede cumplir con este sistema de requisitos impuesto por la industria hoy. Y no cumplirlo no hace a nadie menos fan. Lo lamento por quienes se rompen el lomo meses (a veces años) por comprar una consola y un juego; ahora además deben tener internet.

Con mucho respecto, como alguien que desea lo mejor para esta industria y sus usuarios y sin ninguna intención de ser troll, creo que es un paso en la dirección equivocada.

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Para cerrar, dos conceptos:

1.- Jamás debes enojar a tus consumidores, especialmente a los más fieles. Ellos son quienes compran las consolas cuando salen, ahorran y hacen largas filas en la fecha de estreno.

2.- Incentivar no es lo mismo que obligar. No son sinónimos. Gracias.

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