Durante la reunión de accionistas de Nokia en Heksinki, no fueron pocas las personas que le dijeron al CEO de la compañía — Stephen Elop — que debía reconsiderar su decisión de ir totalmente con Windows Phone en la categoría de smartphones. Las personas le enrostraron su pasado en Microsoft como razón para tomar esta decisión, y le exigieron buscar una solución que asegurara el mejor retorno monetario para quienes tienen su dinero invertido en la otrora líder del mercado de móviles.
PUBLICIDAD
Ante dichos como “Usted es un buen tipo, y el equipo de liderazgo está haciendo su mejor esfuerzo, pero claramente no es suficiente” o “¿Sabía usted que los resultados son lo que importa? El camino al infierno está pavimentado con buenas intenciones. Por favor cámbiese a otro camino”, Elop sólo pudo intentar dar calma a los inquietos explicándoles que las decisiones tomadas previamente no van a cambiar, y que la estrategia de atacar mercados de gama media con equipos Lumia económicos basados en Windows Phone 8 pagaría pagaría dividendos positivos más temprano que tarde.
Diversos analistas financieros miran con malos ojos que Elop se cierre tanto a la idea de no explorar alternativas para crear smartphones con otros sistemas operativos bajo la marca Nokia. Aseguran que eso es — en parte — uno de los factores más importantes que ha gatillado desconfianza en la empresa y su acción.
Nokia lanzará nuevos equipos Asha este jueves en un evento en India, con los que dará una fuerte señal respecto al mercado de Feature Phones, donde ha sido bastante propositivo en cuanto a subir el nivel de esta clase de equipos y acercarlo lo más posible en prestaciones a un Smartphone de gama baja, siempre manteniendo una exigua brecha de precio que — a la larga — es definitoria para separar ambas gamas de productos.
Más adelante lanzará nuevos Lumia en Londres, los que podrían ser un buen termómetro de los cambios que planea la finlandesa en su seno para seguir girando la tendencia de adopción de equipos Windows Phone a su favor.
Link: Nokia investors tell CEO their patience running thin (Reuters)