Encontrar el balance adecuado en los juegos de automovilismo siempre ha significado todo un reto para los desarrolladores. Si se inclinan demasiado al aspecto simulador, excluyen a la mayoría de los jugadores, pues se vuelve en extremo difícil de jugar y apreciar. Si por el contrario, se hace demasiado “arcade”, hay más posibilidades de que las ventas sean mucho mejores, pero el título no se toma en serio y en poco tiempo queda en el olvido.
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Con WRC 3 los integrantes de Namco trataron de salir con la buena idea de encontrar el balance entre ambos estilos, pues los fanáticos del Rally siempre están buscando una experiencia, válgame la redundancia, de Rally, pero al mismo tiempo le dejas la puerta abierta a los jugadores casuales para que se diviertan.
Como se podrán imaginar, el juego incluye todos los autos (36 modelos) y equipos oficiales (54 equipos) de la FIA, así como las locaciones oficiales como la nueva ruta de Monte Carlo. Los datos están actualizados al 2012, por lo que cambios ocurridos este año no se verán reflejados.
Además de la física de los automóviles que no es del todo mala, un detalle que es muy agradable ver es el daño que van sufriendo los vehículos conforme vas chocando contra pedazos del escenario u otros competidores. El pobre VW Polo que escogí para competir partió de la salida en una pieza y llegó a la meta sin defensas, sin cofre (capó), sin faros y creo que le faltaban dos puertas.
Desafortunadamente por falta de tiempo no pude meterme a ver más opciones del juego pero, lo poco que pude jugar fue muy agradable y estoy seguro que los fanáticos de las carreras no lo van a considerar una pérdida de tiempo.