Columna

Netflix versus el rating en la televisión

El estreno de House of Cards marca la puesta en marcha de una apuesta por parte de la compañía por el contenido original de valor, sin importar el rating.

El viernes se estrenó en el mundo “House of Cards”, una nueva serie de Netflix protagonizada por Kevin Spacey. A diferencia de todas las series de TV que hemos visto hasta ahora, los 13 capítulos de “House of Cards” se estrenaron todos el mismo día: No hubo que esperar un capítulo nuevo por semana, ni esperar al horario justo del estreno, y ni siquiera hubo que ver comerciales, porque en Netflix no hay.

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Según el CEO de la compañía, Reed Hastings, la televisión actual está construida sobre un modelo de “insatisfacción gestionada”, que, en simple, significa esperar. “Se supone que debes esperar tu serie que sale el miércoles a las 8 pm, esperar la nueva temporada, ver todos los avisos de la nueva temporada, hablar con tus amigos de lo emocionado que estás”, dijo en una entrevista reciente a la revista GQ.

La espera, en este sentido, significa que muchas personas estarán viendo lo mismo al mismo tiempo. Pero para Netflix, el modelo de la espera está muerto.

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Netflix afirmó así que no dará a conocer información respecto a cuántas personas vieron “House of Cards”, que costó USD$3 millones por capítulo. En la industria, varios han mirado esta actitud con extrañeza. El rating en la televisión lo es todo. Si una serie tiene buenos números de audiencia, gana más avisos, y se crean más temporadas. Si le va mal, el show se cancela. ¿Cómo sabremos en Netflix si a algo le va bien, o mal?

En una carta a los inversionistas, Hastings intentó explicar de qué se trata todo esto. “Para la TV lineal, los números fijos de horario prime-time significan que sólo las series que se convierten en éxitos rápidamente pueden sobrevivir. En contraste, la televisión por Internet es un ambiente donde series más pequeñas o extrañas pueden prosperar, porque pueden encontrar una audiencia lo suficientemente grande en el tiempo”, dice.

En resumen, no es que a Netflix no le importe cuánta gente vea la serie. Le importa, pero no para el día del estreno, sino que lo que interesa son las vistas durante un periodo más largo de tiempo. Ya que la serie está disponible completa, las personas pueden verla ahora, o quizás el domingo cuando estaban aburridas, o en un mes más si caíste enfermo sin nada que hacer y decidiste darle una oportunidad.

De este modo, no importa si la audiencia enganchó con la serie hoy o en seis meses más. Lo que importa son las reproducciones en el largo plazo, y el valor que los usuarios le den al servicio al tener buen contenido original. Si las personas se convencen de que pagar por Netflix vale la pena, porque es el único lugar donde podrán acceder a una serie que les gusta, el modelo funciona.

De esta manera, la compañía hace una apuesta por el contenido original, sin importar si los números “del estreno” son buenos o no.

“House of Cards” funcionaría como un incentivo para convencer a los usuarios de contratar el servicio. Netflix pagó por dos temporadas de la serie, lo que le da tiempo de probar el impacto que una serie original puede tener en la cantidad de suscriptores.

Es posible que no conozcamos nunca cuántos de los 33 millones de suscriptores de Netflix vieron la serie, pero sabremos si el plan tuvo éxito o no según las acciones que tome la compañía: si seguirá invirtiendo en contenido original, y si aumentaron las suscripciones, o si se enfocará en seguir cerrando tratos con proveedores de contenido para emitir material creado por otros.

Links:
How Will We Know If Netflix’s House of Cards Was a Hit or a Failure? (Vulture)
The Economics of Netflix’s $100 Million New Show (The Atlantic Wire)
And the Award for the Next HBO Goes to… (GQ)

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