Wayne Dobson es un jubilado de 59 años que reside al norte de Las Vegas, en Estados Unidos, y que ya lleva dos años con un grave problema: Frecuentemente, y a cualquier hora del día y la noche, hay gente afuera de su casa gritando y reclamándole que le devuelvan sus teléfonos.
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¿Cuál es el detalle? Que Dobson no es un ladrón, no tiene los teléfonos de esas personas, a Dobson no le interesa mucho la tecnología. “Yo usualmente les digo a quienes me reclaman que no los conozco, que tengo 59 años y no me interesan esas mascotas tecnológicas que ustedes poseen“, afirma el jubilado.
Esto ocurre porque hay un error en el sistema para detectar la ubicación de un teléfono mediante la triangulación de antenas celulares y GPS, el que por algún motivo desconocido –y específicamente con la operadora Sprint– apunta muy frecuentemente a la casa de Dobson, quien ya debe dormir durante los fines de semana cerca de la puerta de su casa para abrirla frecuentemente y explicarle a la gente que hay un error en el sistema geolocalización, además de poner un letrero que dice que él no tiene teléfonos perdidos.
Esto también ha afectado a la policía, quienes ya han ido dos veces a su casa por llamados al 911 de violencia doméstica que tras rastrear la llamada, el sistema señala a la casa de Dobson.
Link: If you lose your cellphone, don’t blame Wayne Dobson (Las Vegas Review Journal)