50 millones de usuarios han caído en las redes de una app que les hace suponer que toman fotos con una polaroid. Una nueva vuelta de tuerca podría seducir a más amantes de lo vintage: la cámara de Instagram dejaría de ser el icono de una comunidad online para convertirse en un artefacto físico. La cámara Polaroid del siglo XXI, llamada Socialmatic.
PUBLICIDAD
Es la cruzada que ha emprendido un diseñador italiano, que busca en Internet un financiamiento colectivo para construir esta cámara fotográfica de verdad, con las características de Instagram: captura, retoque, filtros y la opción de compartir imágenes de manera inmediata. Además, a la usanza de las viejas Polaroid, esta cámara imprimiría sus “diapositivas” en papel.
Evolución natural
Recomendados
Un rascacielos hecho de árboles y que va creciendo naturalmente es el mejor diseño arquitectónico del 2021 para...
Google probará paredes robóticas infladas en sus oficinas para el regreso postpandemia
¿No te gusta el nuevo diseño del paquete Gmail? De esta manera podrás volver a la apariencia anterior
En principio me pareció que todo esto es disparatado y, discutiendo el tema con el editor en jefe de este blog, le dije: “¿Y después qué? ¿Una paloma de verdad para Tuiter?”
Luego recordé la Tétrada de McLuhan, compuesta por cuatro leyes de sucesión simultánea que permiten percibir la acción y efecto de la tecnología.
Lo que dice esta teoría es que los artefactos tecnológicos nacen para extender una facultad física o mental del usuario y que cuando se convierten en parte de su entorno se les da por obsoletos. Luego pasan a revivir estructuras y acciones sociales que parecían sepultadas en la memoria colectiva. Al final, cuando la tecnología se lleva al límite, todo se revierte y lo lleva todo al punto opuesto, que en muchos casos es el punto de partida.
Es tal cual lo que estaría sucediendo: Polaroid, luego digitales, luego cámaras virtuales, luego la vuelta a la Polaroid.
Miren cómo funcionaría:
Mucho dinero
De momento, Socialmatic es sólo un prototipo, cuyas características serían memoria de 16Gb, conexión inalámbrica Wi-Fi y Bluetooth, pantalla táctil de 4:3, lente con filtro en 3D, impresora interna y cartucho de tinta, como la Polaroid. Las imágenes impresas con esta cámara tendrían un autoadhesivo para poder pegarlas en cualquier lugar, así como un código QR que identificaría al propietario y la opción de escribir un texto que saldrá en la imagen.
Su autor, el diseñador gráfico italiano Antonio De Rosa, de 36 años, ya ha conseguido 122 cómplices que le han donado un total de 4.000 dólares de los 50.000 que costaría el proyecto.
La idea es que Socialmatic cueste menos de 350 dólares en las tiendas, de modo que cualquiera, con empleo y un poco de esfuerza, pueda acceder a ella.
No perdamos de vista que hace apenas dos meses Facebook adquirió Instagram por 765 millones de euros y enseguida, para nuestra sorpresa, se ha anunciado Facebook Camera App, que por ahora es asunto exclusivo de dispositivos con iOS en países de habla inglesa… ¿Una diversificación preventiva, por si algo falla con Instagram?
Link: Una Polaroid para Instagram (EL PAÍS)