Conscientes de que con la edad vamos perdiendo facultades, un equipo de investigadores de la Universidad de Newcastle (Inglaterra) está desarrollando toda una serie de tecnologías para que los mayores sigan conduciendo con seguridad. Así por una parte ellos no pierden independencia y por otra, se les ayuda a reducir el peligro de accidentes por culpa de la pérdida de reflejos a causa de los años.
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Toda esa tecnología la están integrando en el DriveLAB, un vehículo eléctrico con el que ya hacen pruebas personas que rondan los 80 años. ¿Qué tiene esta especie de coche fantástico? Pues un poco de todas esas tecnologías que ya conocemos, pero adaptadas. Por ejemplo: instrumentos de navegación, controladores inteligentes de velocidad para avisar si se sobrepasa el límite, sistemas de visión nocturna…
Y todavía más: Se mide los niveles de estrés al volante y la concentración y los hábitos de conducción de los mayores a través de unas lentes que siguen la trayectoria del movimiento de los ojos. Con esto quieren localizar dónde están sus puntos clave de estrés. Estaría bien si esta investigación la ampliasen para todo tipo de conductores.
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Entre los instrumentos de navegación destaca un invento al que han llamado “Granny-Nav”, un navegador “para la abuelita” que ayuda a encontrar la ruta más segura, de forma que los conductores no tengan que realizar muchos giros a la izquierda, que son los de más peligro (a la derecha en países que se conduzca como en Reino Unido). Con la edad se va perdiendo la confianza, las reacciones son más lentas y calcular las distancias con los demás coches es difícil cuando se tiene que girar y hay tráfico en el sentido contrario.
Pero lo que si resultará novedoso, es que están investigando como hacer que la información que aparece en el panel de control de los coches aparezca… en el parabrisas. Así no tendrán que apartar la vista de la carretera. Esto lo veo estupendo también para todos los conductores. A las velocidades a las que vamos por las autopistas y de las que no somos conscientes, unos segundos mirando cualquier información pueden ser fatales.
También quieren desarrollar un sistema para saber si el coche se desvía invadiendo el carril contrario. No sé como lo harán, pero sería de gran ayuda en los lugares con niebla.
No es de extrañar que algún fabricante de automóviles esté ya interesado en estas investigaciones. Por eso Phil Blythe, que forma parte del equipo, asegura que algunas de estas tecnologías es probable que las veamos pronto en los coches, mientras que otras pueden tardar de cinco a diez años.
Crucemos dedos para que sigan invirtiendo en formas de evitar los numerosos accidentes de coche. Quien sabe, al final la conducción puede convertirse en algo totalmente automatizado, como proponían los creadores del prototipo de autobús inteligente que os trajimos por estos lares.
Link: Nuevas tecnologías para ayudar a viejos conductores (BBC Mundo)