Lamentable lo que les voy a comunicar, pero es la verdad al fin y al cabo. A un humilde joven de 18 años, desarrollador indie con un muy buen juego en sus manos, le robaron su proyecto entero. No, no se lo copiaron ni clonaron, prácticamente se lo robaron – usando el mismo concepto que los tipejos detrás de los derechos de autor usan. Vamos desde el principio para entender qué pasó.
PUBLICIDAD
Mattia Traverso realizó el juego One and One Story, basado en Adobe Flash, gratuito y disponible en Kongregate para que lo prueben. Vayan, yo puedo esperar sentado mientras lo juegan.
¿Volvieron? Okey, sigamos.
Mientras Mattia se encontraba realizando el port para las iCosas, los dispositivos del momento según Epic, los taiwaneses (¿de dónde otra parte más?) de AFOLI JSC no encontraron nada mejor que adelantarse usando ingeniería inversa: decompilar el flash, armar el juego de nuevo usando las mismas gráficas y código, y finalmente ponerlo en el App Store.
Si pensaron que lo colocaron de forma gratuita en honor a la versión original, están locos. Estos tipos están cobrando un dólar por la aplicación, que está bajo el mismo nombre, y de igual forma lo hicieron con la versión “HD” para iPad. Descaro total, si me preguntan a mí.
Después de gritar corriendo en círculos, Mattia Traverso fue ayudado por la comunidad para mandar una carta de amenaza DMCA, al mismo tiempo que investigaba a los copiones asiáticos, para parar el asunto. Resulta que AFOLI JSC es autor de varios juegos, y parece que son lo suficientemente grandes para tener una licencia para usar a Pikachu en uno de sus juegos. Yeah, right.
Traverso sólo quiere solucionar este problema en vez de iniciar una cacería de brujas. El retiro de la aplicación por parte de Apple ayudaría mucho al juego y su autor, especialmente cuando salga la versión “bien hecha”. Lo digo porque según Traverso la versión que llegó al App Store dista mucho de ofrecer una buena calidad, sobre todo gráfica.
PUBLICIDAD
Puede que por ahí intenten copiar juegos de alta producción, de mega corporaciones, pero de indies que apenas tienen para hacer algo que les gusta, y que ponen grandes esperanzas para seguir trabajando en ese rubro, está mal, muy mal. Y usted no meta a todos los asiáticos al saco sólo porque apareció una copia de origen taiwanés.
Link: ‘What’s it like to have your indie game stolen?’ (Joystiq)