Chun-Liang Lin de la Universidad Nacional Chung Hsing de Taichung, Taiwan propuso un novedoso sistema en el cual dejaríamos de lado las típicas contraseñas escritas ya que todo estaría en nuestro corazón.
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El sistema se basa en la utilización de un electrocardiograma (ECG) para monitorear el patrón de los latidos del corazón, ya que cada persona posee un patrón único y diferente. Con las lecturas del ECG, se obtiene información que será nuestra contraseña que formará parte de un esquema de cifrado basado en las matemáticas de la teoría del caos. Según la Wikipedia, “son pequeñas variaciones en dichas condiciones iniciales pueden implicar grandes diferencias en el comportamiento futuro; complicando la predicción a largo plazo”.
Para las pruebas de concepto, Lin colocó el ECG en la palma de la mano de los voluntarios para generar una clave única que servirá para cifrar y descifrar los dispositivos. El objetivo es que se puedan construir discos duros externos u otros aparatos que puedan ser asegurados con una contraseña al tocarlos. El artículo será publicado en Information Sciences.
Al respecto, recordé la trama de “El Corazón Delator” de Edgar Allan Poe pero reinterpretándolo al contexto actual. En una situación hipotética, la policía llegaría a la casa de un sospechoso y este terminaría delatándose a sí mismo ya que puso su mano en el disco duro externo que contiene aquella información incriminatoria.
Link: Soon your heartbeat could replace your computer passwords (DVICE)