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Periodista de Arabia Saudita podría ser ejecutado por tuits ofensivos sobre Mahoma

Según las leyes de Arabia Saudita, así como varios países devotos del Islam, el periodista es acusado de apostasía por ofender la imagen del profeta Mahoma.

Cuando suceden cosas como estas es donde notamos el abismo que existe entre dos culturas con los mismos años de existencia pero con contrastes tan inexplicables que ya no es posible comprender algunas acciones como buenas, justas o malas. Situaciones como la de expresar ciertos pensamientos o inconformidades se encuentran rigurosamente controladas y penalizadas por los códigos de conducta islámicos que definen a la moral como una de los principales normas a respetar.

Para el joven periodista saudí Hamza Kashgari, hacer lo que muchos otros jóvenes occidentales suelen hacer en Twitter a diario para manifestar sus pensamientos e incomodidads, se ha convertido en su pena de muerte. A causa de unos mensajes escritos en la red social refiriéndose al profeta Mahoma de manera provocativa, desencadenó una cadena de reaccciones a su alrededor que lo podrían llevar al banquillo de ejecuciones, según lo dictado por la ley de Arabia Saudita.

Kashgari es acusado de apostasía (renegar de su fe). Varios clérigos saudíes han acusado de esta falta al periodista, incluso, el propio Rey Abdalá ha solicitado al Ministro del Interior que detengan al joven y le exijan responsabilidades.

Las acusaciones que enfrenta este periodista que trabaja para el diario Al-Bilad y tuiteaba desde su cuenta @hmzmz_ comenzaron cuando notó que luego de tuitear algunas frases sueltas comenzó a recibir amenazas de muerte de parte de otros usuarios de la red social, que consideraban ofensivos sus dichos sobre el profeta Mahoma.

Hamza escribió durante la celebración del aniversario de nacimiento del profeta Mahoma lo siguiente, según tradujeron varios medios saudíes:

 “En tu cumpleaños, diré que amé al rebelde que está en ti, que siempre me inspiró. Pero no me gusta tu aureola de santidad  y no te bendeciré”.

 “En tu cumpleaños,  te veo por todas partes. Diré que amo algunas cosas de ti, pero que odio algunas y que no entiendo muchas otras” .

 “En tu cumpleaños, no me arrodillaré ante ti y no besaré tus manos. Te daré la mano de igual a igual, te sonreiré de la misma forma con la que tú me sonríes y me dirigiré a ti solamente como a un amigo, nada más”.

A pesar de que luego de las amenazas decidió borrar los mensajes, estos ya habían sido leídos por miles de personas y la denuncia ya comenzaba a circular. Miles de saudíes pidieron públicamente que se le aplique la Sharía (Código de conducta de la Ley Musulmana), por la cual Hamza debería ser condenado a muerte.

La Sharía es la base legal de conducta de todos los musulmanes y a pesar de que en los escritos antiguos está considerada como un acto de conciencia personal (autocastigo), los principales países de Medio Oriente la adoptan como su código de conducta penal. Arabia Saudita es uno de los países donde se vive bajo la doctrina de la Sharía en toda su pureza.

Kashgari de 23 años y en peligro de ser condenado a muerte en su país, decidió huir pero su vuelo hacia Nueva Zelanda hizo escala en Kuala Lumpur, Malasia, donde fue detenido y extraditado nuevamente a Arabia Saudita.

Antes de ser detenido, desde Malasia comentó al periódico The Daily Beast que veía sus acciones como parte de un proceso hacia la libertad: “Estaba pidiendo mi derecho a practicar los derechos humanos más básicos, la libertad de expresión y de pensamiento, así que nada fue en vano”.

En Arabia Saudita raramente se le permite declarar o defender su postura a un acusado por este tipo de acciones, por lo que la carátula de “condenado a muerte” podría ser confirmada en los próximos días así como también su ejecución.

La apostasía, el delito por el cual es acusado Kashgari, se define en el Islam como el rechazo en palabras o actos del Islam por parte de quien ha sido su seguidor. La apostasía del Islam es objeto de controversia, ya que a pesar de que para muchos musulmanes, sobre todo desde una perspectiva rigurosa, es condenable con la pena de muerte según la Sharía aplicable en varios países (Arabia Saudita, Kuwait, Mauritania, Sudán, Afganistán hasta el 2001), para otros no debe ser castigada. Hay muchos otros países islámicos que sancionan penalmente la apostasía, aunque no prevén la pena de muerte.

Link: Los tuits de un saudí que “ofende” a Mahoma le pueden costar la pena de muerte (lainformacion.com)

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