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AT&T y T-Mobile: Quizás, pero hoy no

El negocio se ha congelado por lo menos hasta enero de 2012.

La polémica fusión entre la primera y la cuarta operadora móvil de Estados Unidos agoniza en las aspiraciones de sus líderes. Desde el planteamiento de la negociación en algún lejano mes de este año hasta la presente semana, AT&T ha intentado cualquier movimiento para concretar la compra de T-Mobile por la ruidosa suma de 39 mil millones de dólares. Hoy sabemos que la transacción tiene más opositores que partidarios y que AT&T no sólo maneja en su presupuesto el fracaso de  su oferta, sino que ahora esgrime una última opción: rediseñar su propuesta de compra para intentar obtener la venia de los activistas y entes antimonopolio.

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El primer gran golpe fue en agosto, cuando el Departamento de Justiticia de Estados Unidos bloqueó la negociación volviéndola casi irrealizable. En meses anteriores, AT&T había barajado descontentos que iban desde el mero rechazo hasta la amenaza de pagar a cada suscriptor de T-Mobile por los posibles malestares que la fusión podría causarles.

En el camino, AT&T ha buscado treguas que van desde el retiro voluntario de la moción de compra ante algunos organismos hasta la revisión de su propuesta con miras a vender el 40% de T-Mobile a operadoras pequeñas que pudiesen reforzar la competitividad del mercado en el país del norte.

Ahora, AT&T ha dicho en un comunicado: “Estamos evaluando activamente si revisar y cómo revisar nuestra actual transacción para lograr las aprobaciones regulatorias necesarias”. La declaración no ha aliviado preocupaciones como las de la Comisión Federal de Comunicaciones de EEUU, que se manifestó «preocupada» por el posible impacto de la transacción en el negocio de la telefonía inalámbrica.

Recordemos que, en caso de concretarse, la operación convertiría a AT&T en líder absoluto entre las operadoras, con Verizon y Sprint-Nextel en lejanísimos segundo y tercer lugar y con pocas posibilidades de que competidores menores como América Móvil asciendan al cuadro de honor.

En fin, las deliberaciones del Departamento de Justicia están congeladas. AT&T tiene para esperanzarse pero no tiene por qué sentir confianza en que podrá comprar T-Mobile en los términos inicialmente propuestos. El panorama apunta a una redefinición que podría legar interesantes beneficios a operadoras más pequeñas y da un atisbo de las intenciones de AT&T en evitar a toda costa la cancelación definitiva del acuerdo con su correspondiente penalización de 4 millardos de dólares pagaderos a la filial de Deutsche Telekom.

Link: CNN Expansion

 

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