Nokia tiene un historial de mudanzas que le han salido costosas y ahora parece que va a sumarle un poco más a ese expediente. Resulta que hace unos meses la finlandesa decidió cerrar su fábrica en tal país europeo pagando sólo tres salarios compensatorio a sus trabajadores, pero al parecer no contempló un costo muy especial: el traslado de sus cosas fuera de Rumania.
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Llevar los equipos de Nokia fuera de Jucu, Cluj, costó al gobierno de Rumania unos 10 millones de dólares, que ahora la finlandesa deberá pagar a la nación. No obstante, la cifra podría aún no ser escandalosa para la creadora de Lumia, toda vez que en el pasado, cuando se movió de Alemania a Rumania, compensó a los trabajadores con 30 salarios, a simple vista, diez veces más que en esta oportunidad.
Por ahora Rumania no está dispuesta a averiguar si Nokia tiene o no cómo pagar la deuda y, para curarse en salud, ha preferido confiscar los bienes de la aliada de Microsoft hasta que ésta ponga sus cuentas al día.
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