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Para empezar, si leyeron el título y las palabras “Blade Runner” les hicieron pensar en Wesley Snipes matando vampiros para luego correr los cien metros, fuera de mi vista. Vayan y compren el clásico de ciencia ficción de Riddley Scott con Harrison Ford. Y luego, al suelo y hagan 200.
Cuando hayan terminado, entenderán la ironía de que Gearbox Software se rehusara a programar un juego de Blade Runner. Resulta que el estudio poseía la propiedad intelectual de la historia de replicantes y, al analizar si debía aprovecharla para un juego, decidió que no.
“Habría costado 40 millones de dólares y solo habría vendido 600 mil piezas”, dijo Randy Pitchford, el CEO de Gearbox. “Habría sido el fin de nosotros”.
Y claro, después dijero “¡hey, hagamos la secuela de Duke Nukem! ¡Será el mejor juego de toda la jodida historia!”
Sí, seguro tomaron la mejor decisión. Y no lo digo por el dinero que se ahorraron, sino porque habría odiado ver un mal juego de una película tan buena.
Link News: Pitchford: Blade Runner game ‘would’ve been the end of Gearbox’ (ComputerAndVideoGames)