Una cosa es amenazar en el papel a todas las personas que copian o comparten contenidos protegidos por derechos de autor, y otra muy distinta es tratar de cumplir las amenazas en el mundo real. Hadopi, la agencia francesa que está a cargo de aplicar la ley conocida por el mismo nombre, está ahogándose en acusaciones y no es capaz de manejarlas todas a tiempo.
Según estadísticas reveladas por la misma agencia, más de 18 millones de quejas se han recibido hasta el momento, de las que sólo 470.000 han sido respondidas (es decir, se envió esa cantidad de emails de advertencia a los usuarios). De ellos, sólo 20.000 recibieron una segunda advertencia, y apenas 10 llegaron al tercer «strike», enfrentando posibles cortes de su conexión a internet.
La agencia señaló a Ars Technica que una de las principales razones para la baja cantidad de advertencias enviada es técnica. El sistema que se utiliza todavía está en fase de prototipo, y no aguanta la cantidad de requerimientos que llegan. El gobierno está trabajando en un nuevo sistema más robusto que podría empezar a operar a fines de año.
Por otro lado, Hadopi también quiere darle tiempo a las personas antes de enviar las segundas o terceras advertencias para que la gente cambie de conducta. La agencia quiera ahorrarse el tener que llevar a juicio a usuarios de internet.
Los 10 que ya recibieron su tercera advertencia deben presentarse ante la agencia, donde se revisa el caso y se decide si irá a un juez, que es el que finalmente decide un tipo de castigo, que puede ir desde la desconexión por un mes, o el pago de hasta 1.500 euros.
El tema de desconectar internet como castigo ha sido ampliamente debatido y es mal visto en la mayoría de los casos, dejando a Francia como uno de los pocos países donde esta medida se aplica – si es que llega a aplicarse, considerando la cantidad de quejas que tiene que procesar la agencia.
Link: French copyright cops: we’re swamped with «three strikes» (Ars Technica)
