Emprendimiento

Comeclick: del browser a la mesa sin escalas [FW Startups]

No leas esto si tienes hambre, porque te dará más aún

Siguiendo con nuestra famosa serie FW Startups (famosa para nosotros solamente, pero famosa al fin) esta vez les contaremos sobre ComeClick, una empresa fundada hace pocos meses que apunta a solucionar la necesidad de encontrar y elegir un restaurant geográficamente cercano a nuestra ubicación sin movernos del escritorio y sin cerrar el browser.

Hasta donde sabemos, nadie se ha muerto de hambre por no tener esta información al alcance del mouse, pero debo reconocer que el problema existe. Cuando no quiero cocinar o simplemente no tengo nada comestible en casa no hay manera de buscar restaurantes limitando por cercanía. Hay sitios dedicados a restaurantes pero agrupan por comuna y eso no siempre es relevante. Segundo, no todos los restaurantes tienen sitio web, los que tienen sitio web no siempre tienen publicado el menú, y los que tienen el menú a veces lo tienen en un PDF de 15MB. A esa altura se nos pasa el hambre o terminamos engullendo un hot-dog en la bencinera más cercana.

Abordemos la problemática por partes. Dando por hecho que conozco mi ubicación (en caso contrario hay que entrar a preocuparse) el inicio de Comeclick me permite establecerla como primer filtro. Al hacer esto, se estrecha el abanico de posibilidades a los locales que están en un radio e 5Km desde tu posición. Este filtro es ampliable si quieres ver más opciones.

También hay una versión móvil que ahorra el paso de ingresar tu dirección. Sin usar el GPS esta información es aproximada pero si hablamos de un radio de 5Km no hace falta ser precisos.

Ingresada la ubicación se despliegan los resultados que coinciden con el criterio. En esta etapa puedes restringir por tipo de comida (sushi, pizza, sandwiches, etc), cambiar el radio de distancia y fijarte si tienen delivery o tienes que retirar manualmente. Si el envío se cobra aparte, si hay pedido mínimo y (muy importante) si está abierto en el momento en que haces el pedido.

Cuando eliges dónde quieres hacer el pedido, verás la carta del lugar. Todos los platos y bebestibles junto a sus respectivos precios.

El sistema no te va a prohibir hacer un pedido a un lugar sin delivery, excesivamente lejano y cerrado, pero despliega una advertencia.

Si el pedido requiere alguna clase de customización se despliega un overlay adicional en donde detallas sus características. No siempre es necesario. Para nuestros lectores extranjeros, vale la pena explicar que un Barros Luco en Chile significa un sandwhich de carne y queso fundido.

Antes de ejecutar el pedido hay que elegir una forma de pago. Esta información cambia si pides despacho o retiro en local. Cambia si el lugar tiene habilitado el pago en línea o prefiere pagar al momento de la entrega. Lo importante es que contempla casi todas las opciones. Después de eso se cursa el pedido y el restaurant lo recibirá en tiempo real. Ojo, donde dice “compártelo con tus amigos” se refiere a que les cuentes que usaste ComeClick, no que compartas tu comida.

¿Cómo hacen los restaurantes para saber cuándo llega el pedido? Primero tienen que inscribirse en ComeClick y pasar por un proceso de validación. El primer acercamiento explica a grandes rasgos el modelo de negocios:

  1. El restaurant gana otro canal y aumenta su clientela. A cambio paga una comisión por cada venta.
  2. El usuario no paga más por hacer el pedido via ComeClick. El restaurant absorbe la comisión si quiere usar el servicio
  3. Como la comisión es proporcional a las ventas, sólo se paga cuando realmente se generan ventas via ComeClick.

Pero esto no responde la pregunta anterior. El restorán se da de alta, pero ¿Cómo sabe que se produce el pedido? La respuesta más obvia es que le llega un correo electrónico, pero siendo honestos el correo electrónico no es una manera infalible. Algunos correos simplemente se te pasan. Otros se van al filtro de spam como falso positivo. Otros sencillamente demoras mucho en leerlos.

Me pasó una vez que vi en la web de un restaurant que al hacer una reserva a través del sitio web te regalaban el aperitivo. Hice la reserva, recibí un correo de confirmación, esa noche fui a comer con mi novia y me encontré con que me miraron como si estuviera loco. ¿Página web? ¿Reserva? ¿Aperitivo? Nadie sabía al respecto y de más está decir que nunca volví. Por lo mismo me preocupé de preguntar: ¿Cómo aseguran que el restaurant sepa del pedido?

La gente de Comeclick nos mostró un pantallazo del blotter que el restaurant instala en su equipo. Éste opera alertando de los pedidos en tiempo real, permite aceptarlos o rechazarlos y sólo entonces avisa al cliente. Está hecho en Java y corre en cualquier plataforma. Indirectamente sirve para llevar la cuenta de los resultados que te está dando el uso de ComeClick.

Entrevista con Felipe Román

Tuvimos oportunidad de conversar con Felipe Román, encargado de operaciones de ComeClick, para hacer la seudoentrevista de rigor.

FW: ¿Cuándo nace ComeClick y cuánta gente lo compone? Felipe Román: Empezamos en febrero, lo lanzamos en abril y ya tenemos 600 usuarios registrados, más una población flotante bastante numerosa que hace pedidos ocasionales. Somos tres personas. Yo a cargo de operaciones. Mi hermano Cristóbal a cargo del área comercial y Nicolás Silva en la parte informática.

FW: ¿Consideras que por las características de Comeclick es fácil escalar el negocio a infinitos restoranes afiliados? ¿Está en sus planes la expansión regional?Felipe Román: Nuestra misión como empresa es poder ofrecer todos los restaurantes que existan. Para que ComeClick se convierta en un commodity no podemos permitir que alguien entre y justo su local favorito no lo encuentre. Para eso tenemos que incorporar desde cadenas al local de la esquina. Si logramos eso podemos ser el referente de la comida a domicilio en Chile y luego en Latinoamérica. En Europa ya es otra cosa porque existen servicios bien implementados y sería difícil competirles. Por ahora cubrimos el sector oriente de Santiago. Si todo sale bien después cubriremos otras comunas, luego otras ciudades y finalmente otros países.

FW: ¿Cómo funciona el modelo de negocios? ¿Es solamente el diferencial entre lo que paga el cliente y lo que cobra el restaurant?Felipe Román: Primero, lo que paga el cliente es lo mismo que vale pidiendo directamente al restaurant. Incluso hemos podido ofrecer descuentos exclusivos. Como el restaurant vende más nos ofrece un precio más bajo y nosotros nos quedamos con la diferencia. Por ahora no hay más fuentes de ingreso derivadas de nuestro modelo.

FW: ¿Cuál es tu diferencia y/o ventaja sobre sistemas de despacho como Menuexpress, sitios de descuentos como Agrupémonos, o clubes de descuentos en restaurantes como el Club de Lectores del Mercurio?Felipe Román:Hay muchas diferencias. Nosotros nos enfocamos derechamente en los pedidos online. En ese sentido somos los primeros con este enfoque. Por otro lado, los sitios de descuento no se especializan en comida. Es verdad que de vez en cuando hay descuentos para un local de comida, pero es virtualmente imposible que sea justo un lugar que te gusta. Además en general son promociones para retiro en local. Respecto al club de lectores, está pensado para la gente que sale a comer, no para pedir ni llevar. Su fuerte es el descuento, no la comodidad del flujo. Otra fortaleza es que mediante la gestión intensiva y el compromiso de nuestro equipo con los restoranes tenemos niveles de satisfacción superiores al 90%, eso también es un factor de diferenciación.

FW: ¿Qué aspectos de la legislación chilena te han significado un obstáculo para este emprendimiento?Felipe Román: La legislación no es necesariamente el problema. Más bien diría que la cultura empresarial chilena parte de la desconfianza, y nosotros tenemos que vencer ese umbral para poder integrarnos y comprometer el servicio con los locales asociados.

FW: ¿Qué haces para gestionar el crecimiento y viralización del servicio? Felipe Román: Hay mucha difusión boca a boca, por eso nos importa mucho que la gente quede feliz. También se difunde por las redes sociales, y finalmente cada vez que se integra un restaurant hay una parte de su clientela que empieza a usar nuestro servicio. Además nos hemos movido para salir en la prensa.

FW: Claro, como en esta entrevista. Última pregunta: ¿El formulario para añadir locales, es para dueños de restoranes o para usuarios? Felipe Román: Todos pueden usarlo, pero es mejor cuando son dueños de restoranes, porque significa que parte del trabajo de gestión está hecho.

Conclusión

La impresión que nos deja ComeClick es que se trata de una idea sencilla pero bien ejecutada. Muchas veces no hace falta inventar la fusión en frio ni la antigravedad. Un producto o servicio exitoso puede nacer para atender una necesidad completamente común, cotidiana y evidente. En este caso no es la idea lo que distingue a ComeClick, sino la ejecución:

  1. Permite un filtro relevante como es la cercanía entre tu domicilio y el lugar. Si no puede determinar tu domicilio usando las API de Google Maps, no permite continuar. Es el mismo principio que explica el éxito de Yelp. Frente a tanta información, limpiar la que te es pertinente en forma física puede marcar la diferencia. En este sentido ComeClick es un poco un buscador hiperlocal.
  2. Añade una capa homogénea  que elimina el inconveniente de los restaurantes sin web, o con webs poco funcionales. Además puedes accederla desde cualquier navegador.
  3. Elimina inconvenientes como los pedidos por mail (el mail se te pasa o se pierde) y telefónicos (a menos que tengas un call center, el teléfono pasa ocupado).
  4. Tiene un flujo absolutamente intuitivo del que no te puedes salir. De todos modos ofrece ayuda por si te pierdes.
  5. Es infinitamente escalable en la medida que los restaurantes quieran unirse y se den el trabajo de ingresas sus datos reales, mantener el menú actualizado, instalar y revisar el blotter y obviamente cumplir con los despachos. El esfuerzo para expandir ComeClick a restaurantes en Polonia o Japón es mínimo y sólo requiere traducir, ajustarse a alguna normativa legal relevante y manejar la divisa correspondiente.

Si se pudiera pulir el proceso de incorporación de restaurantes, ComeClick podría manejarse sin intervención humana, claro que esto se prestaría para que restaurantes poco meticulosos le quitaran confiabilidad al servicio. Al final, los administradores no debieran gestionar el flujo sino operar como curadores de la homogeneidad del servicio final.

Probablemente les falta pulir un poco el diseño pero como ingeniero en realidad soy parcialmente ciego a los colores poco armónicos. Seguramente algún diseñador dirá que hay que hacer la interfaz de nuevo, desde cero.

Espero que les haya gustado el artículo y los invitamos a seguir la colección FW Startups, todos los martes en este mismo baticanal (en realidad no es todos los martes, es cuando nos acordamos, honestidad ante todo).

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