Por allá en el año 2000, la hoy gigante Google no tenía pies ni tampoco cabeza: no tenían las bases económicas y de influencia de las que gozan ahora ni tampoco tenían un jefe visible y decidido a la cabeza. Es por eso que Larry Page y Sergey Brin buscaban desesperados un CEO que los guiara para ser la exitosa compañía de la actualidad, ocasión en la que se barajaron diferentes nombres como Andry Grove de Intel, Jeff Bezos de Amazon, entre otros.
Y entre esos otros estaba uno que todos conocemos, para bien o para mal: Steve Jobs. En ese entonces estaba recién llegado a Apple, que se sumergía en una difícil crisis que tenía por las cuerdas el futuro de la compañía, por lo que Jobs era el encargado de revivir la marca. Así, cuando fue requerido para guiar a Google, Steve estaba preparando el lanzamiento del primer iPod, algo de lo que Sergey y Larry no tenían idea.
Por eso es que Steve Jobs no pudo aceptar el empleo, y bueno, es posible también porque ame mucho más a Apple que a otra compañía, por lo que quizás jamás hubiese aceptado el cargo. Sea como sea, finalmente Eric Schmitt, que en ese entonces estaba en Novell, aceptó el ofrecimiento y llevó a Google a ser lo que es hoy: uno de los más grandes protagonistas del mundo tecnológico.
Link: Google almost tapped Jobs as CEO in 2000 (Slashgear)
