Niubie Labs

Dragon Age II [NB Labs]

Dragones, Darkspawns, Damiselas y Dinero.

¿Alguna vez han estado en una situación en la que todo está saliendo tan bien que te emocionas de sobremanera, pero de pronto hay una situación desagradable que rompe el encanto? Así me sentí con la secuela de Dragon Age: Origins.

La esperada secuela de BioWare ofrece lo que promete: Aventura, magia, acción, intriga, comedia y romance, pero no en todos los aspectos sale bien librado. ¿Quieres saber cómo le fue? Para eso está aquí el Niubie Labs de Dragon Age II.

BioWare construye la narrativa de Dragon Age II de una manera muy interesante, pues se trata de una historia dentro de otra historia. El enano Varric Tethras es interrogado por Cassandra Pentaghast, miembro del Chantry, quien está interesada en conocer las acciones pasadas de Hawke, el héroe/heroína del juego. Es así como tú, el jugador, recreas los relatos de Varric, los cuales eventualmente llegarán al punto que le interesa a Cassandra.

Desde el inicio se establece el conflicto del Hawke y se enlaza la secuela con un tiempo y espacio específico del primer juego. Si jugaste DAO, inmediatamente reconocerás sucesos, personajes y referencias que ayudarán a darle cohesión al universo creado por BioWare. Si este no es tu caso, no hay problema, ya que el juego se puede disfrutar tranquilamente si conocer todos los antecedentes.

Simplificación en los aciertos

Basta estar con el juego por unos cuantos minutos para darte cuenta que la palabra clave en el quipo de desarrollo seguramente fue “simplificación”. Todas las mecánicas de juego en DAII son similares a DAO pero mucho más simples de ejecutar. Esto claramente favorece al juego en su versión para consolas, donde el número de botones está limitado.

La simplificación va desde la ejecución de acciones, hasta la navegación en los menús. A esto agrégale una clara orientación a la acción, tal vez influenciada por la serie de Mass Effect. Debido a esto, administrarás fácilmente a tu partida, asignarás acciones sin problemas a cada integrante y te enfrentará directamente con los enemigos.

El sistema para subir de nivel cambia ligeramente, pues aunque la premisa es la misma, ahora cada especialización está representada por un árbol que te dará acceso a más habilidades conforme vayas desbloqueándolas.

Otro gran acierto está en el apartado gráfico. A pesar de correr una nueva versión del motor Eclipse, ahora llamado Lycium, la mejoría es realmente notable. Se aprecian cicatrices, poros, ojeras y vello en los personajes, los relieves de las vestimentas y armaduras, las expresiones faciales son ahora más detalladas y los escenarios denotan claramente la ubicación y estado del ambiente.

También existen diferencias evidentes entre las diferentes razas. Los elfos ya no son humanos más pequeños y delgados, ni los Qunari son humanos más altos y gruesos; cada especie denota una construcción particular con una estructura ósea y craneal distinta.

Y qué decir de la historia y las misiones. BioWare es uno de los estudios que sabe contar historias en videojuegos y aquí lo comprueba una vez más. Estamos frente al camino del héroe/heroína, su ascenso como campeón desde el nivel más bajo de la sociedad, rodeado de conflictos políticos, de clases y de razas.

Los personajes están muy bien construidos, escritos e interpretados. Cada uno tiene una personalidad clara con virtudes y defectos. La interacción entre ellos se siente natural y en ningún momento se traicionan sus personalidades. Retoman el sistema de aprobación y desaprobación pero ahora como amistad y rivalidad, y si lo decides podrás iniciar un romance con tus compañeros sin importar su género.

Aunque en primera instancia no lo aparentan, las misiones están interconectadas y parten de lo particular para, posteriormente, revelar una problemática mayor. Dado que la narración de Varric no es lineal, saltarás en el tiempo y presenciarás de inmediato las consecuencias de tus actos. Lo que en un inicio parece un simple riña doméstica, puede desembocar en una verdadero problema para la ciudad de Kirkwall.

De la música no hay quejas. Inon Zur regresa para encargarse de las partituras de Dragon Age II y hace un excelente trabajo, justo como lo hizo la primera vez. Retoma algunos temas del primer juego y los actualiza para la secuela, además de crear nuevas composiciones.

Decisiones inentendibles

Pero como lo escribí desde el principio, no todo es bueno en esta aventura. Dragon Age II cuenta con varios detalles que tal vez no rompan el juego, pero si te harán preguntarte “¿Qué rayos estaban pensando los de BioWare?”.

Uno de los más notables es el descarado reciclaje de escenarios. Miren, no me andaré con rodeos: Todas las cuevas a las que entras en Free Marches son las mismas. Todas las mansiones de Kirkwall son las mismas. Todas las bodegas del puerto son las mismas. Todas las construcciones subterráneas son las mismas. Si la repetición de las frases anteriores se te hizo abusiva, espera a jugar Dragon Age II.

Realmente no sé quién aprobó que se usaran los mismos escenarios una y otra vez, pero da la impresión de que no quisieron complicarse la existencia, o que llevaron la “simplificación” al extremo.

No siempre podrás recorrer el escenario en cuestión por completo, ya que habrá puertas que bloquearán tu avance para que no vayas a lugares a donde no debes ir. También, para darle variedad al asunto, aunque se trate de la misma cueva, en una misión la recorrerás de izquierda a derecha y en otra de derecha a izquierda. Pésima decisión, sobre todo cuando eso no se vio en el primer juego.

Los errores gráficos no están ausentes, pues a pesar de ser un juego visualmente atractivo, en ocasiones se llegan a apreciar texturas de baja calidad o saltos bruscos tanto en la animación de los personajes como en los encuadres de cámara.

Aunque no está infestado de bugs, sí te encontrarás con detalles que no arruinan la experiencia de juego pero eso no quita que sean molestos. A pesar de haber terminado satisfactoriamente una misión, ésta siguió apareciendo en mi lista cosas por hacer. Igualmente, un indicador guía se quedó pegado a un pedazo de papel que utilicé para enviar una carta en uno de los encargos. Sí, puedes seguir jugando si problema, pero fastidia abrir el mapa o el menú y ver cosas que ya no te sirven.

Otro detalle que sí podría afectar el balance del juego es el nuevo sistema de armadura para tus compañeros. Cada integrante de tu partida contará con su armadura personalizada que no podrás modificar directamente; la manera de mejorarla es adquiriendo upgrades en misiones o con los mercaderes.

Esto trae como consecuencia que si te encuentras una túnica de mago al jugar con Hawke como guerrero, no tendrás otra opción más que venderla, ya que no la podrá usar tu aliado hechicero. ¿Unas botas para asesino? No te sirven, véndelas. ¿Un casco que pide mínimo 20 puntos en magia? Yo necesito subir fuerza para blandir mi espada, así que lo vendo. ¿Ya ves para donde voy? El dinero nunca será problema.

Y aunque todo apunta a que en esta ocasión BioWare deseaba un mayor control sobre la historia que quieren contar, hubo una misión en particular en la que soltaron el balón de una manera penosa. No les voy a arruinar la trama porque de eso no se tratan los Niubie Labs, pero tengo que comentar esto porque me sentí decepcionado, así que lo haré sin tocar puntos importantes.

Casi a la mitad de la travesía hay una misión que involucra a la familia de Hawke en un problema que se ha ido construyendo poco a poco desde el inicio del juego. Su desarrollo y desenlace cuenta con el suficiente impacto como para ser un suceso realmente emotivo y servir como punto de inflexión en la vida del personaje.

Sin embargo la situación es desperdiciada por completo debido a la repentina falta de expresión del modelo y a una interpretación plana por parte del actor de voz (jugué con un personaje masculino). De toda la gama de sentimientos que se pudieron expresar en ese momento tan trascendental para Hawke, la dirección optó por una resignación insípida.

La historia en general es muy buena y se va construyendo poco a poco con base en intrigas, traiciones, conflictos de intereses y la deteriorada relación entre Estado, Iglesia y Magos. El problema es que al compararla con la historia de Origins, DAII no alcanza los mismos niveles épicos.

Mientras que en Origins eres la pieza clave y motor de los sucesos que acontecen en Ferelden, en DAII eres un peón más en el tablero de Kirkwall que se encontraba en el lugar y momento adecuados. Sin la existencia del Grey Warden en Origins, nadie hubiera podido salvar a Ferelden y los Darkspawns se hubieran apoderado de gran parte de Thedas. Sin la existencia de Hawke en DAII, los problemas de Kirkwall de todas maneras se hubieran resuelto, simplemente tú decidiste hacerlo de una manera diplomática/violenta/traicionera.

El berrinche de PC
Por Luis Miranda

Admito que tardé algunas semanas para adaptarme a Dragon Age Origins y después de 100+ horas, hay razones de peso para colocarlo como un buen sucesor espiritual de Baldur’s Gate 2. Con Dragon Age 2 las cosas cambian y todo lo bueno que conocías se ha ido.

Si algo disfrutaba de Origins era la posibilidad de construir personajes y armar mi grupo dependiendo los requerimientos de la misión. Esto incluía armaduras, profesiones y especializaciones. BioWare mandó todo al carajo con una simplificación que abusa del “Restricted to Garret Hawke” y obliga a seleccionar personajes cero carismáticos por pura necesidad.

Chao cámara top-down, chao estrategia; hola texturas de baja calidad (que se solucionan bajando un parche de 1 GB). Es claro BioWare construyó la secuela pensando en los usuarios de consola, con acción visceral digna de un hack and slash y olvidándose de toda la complejidad de los Codex o la variedad de pociones que podían generarse.

Dentro de todo lo malo hay un poco de luz, la IA mejoró y las tácticas funcionan correctamente. El teclado sigue siendo útil para distribuir los hechizos o movimientos especiales, mejor que hacer combinaciones raras con un mando analógico.

Dragon Age 2 soporta DirectX 11, aunque si tienes un equipo de media tabla podrás valerte de algunos trucos, como el paquete de texturas de TrufflesDuval. La versión de PC podría beneficiarse gracias a los fanáticos que invierten horas en hacer modificaciones, solo espero que BioWare despierte en algún momento y ofrezca un set de herramientas oficial.

Como dato final, la versión en disco es compatible con PC y Mac. Por pura curiosidad lo instalé en mi MacBook Pro de 13” de generación pasada para darme cuenta del pobre rendimiento. Aquellos usuarios de equipos Apple que quieran jugarlo, asegúrense de contar con un equipo de última generación si es que desean disfrutarlo como se debe.

Conclusión

Dragon Age II es un muy buen juego de rol con una historia interesante, sin embargo, comete varios errores, como el reciclaje de escenarios y la abundancia de dinero, lo que lo vuelve repetitivo y cómodo. A pesar de ser entretenido, se queda a la sombra de su predecesor, Dragon Age: Origins, quien lo supera en personalización, variedad y reto.

Lo Imperdible:

  1. Mejoran la calidad y estilo gráfico
  2. El sistema de combate y nivel es más sencillo
  3. Los menús son claros y simples de entender
  4. Inon Zur no defrauda con su música

Lo Impresentable:

  1. Los escenarios interiores se repiten constantemente con ligeras o nulas variaciones
  2. Te sobrará mucho dinero debido al nuevo sistema de armadura
  3. Una actuación de voz plana y animación inexpresiva provocaron el desperdicio de una escena clave en la historia del personaje
  4. Hay texturas de baja calidad y saltos en la animación
  5. Los bugs no rompen el juego, pero están presentes

Bueno …se queda a la sombra de Dragon Age: Origins”

Tags

Lo Último


Te recomendamos